tag:blogger.com,1999:blog-49201175975596215462024-03-13T10:44:59.122-07:00"Raíz y Conciencia" Boletín de Estudios JudicialesReflexiones sobre la función judicial, criterios jurisprudenciales y ética judicialJRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.comBlogger17125tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-76933766268881137512013-07-26T12:58:00.002-07:002013-07-26T12:58:49.776-07:00El efecto mariposa: el altruismo en nuestros días<br />
<br />
<div align="center">
Por Stephani Nava Alvarado</div>
<div align="center">
</div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPFx6JtjRtWvwNK9LM3ZD8AN5-8xC6U_NVg05FEIjTYUWK5k0uky_3NYiCzU0xqkHwlOd2vV9qGjz3m4JNyadwtuYDia-_U7Stkg98IrvdUnd_nAlcpS28PNhioAD41Qh1SlgSnyMjz6w8/s1600/052.JPG" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgPFx6JtjRtWvwNK9LM3ZD8AN5-8xC6U_NVg05FEIjTYUWK5k0uky_3NYiCzU0xqkHwlOd2vV9qGjz3m4JNyadwtuYDia-_U7Stkg98IrvdUnd_nAlcpS28PNhioAD41Qh1SlgSnyMjz6w8/s320/052.JPG" width="320" /></a></div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
</div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Todos
los seres humanos estamos siempre en búsqueda de la felicidad, aunque es
difícil determinar qué significa la Felicidad con mayúscula, pero somos
conscientes de ese vacío existencial que tratamos de llenar de diversos modos,
para Aristóteles esta búsqueda era una vocación hacia la ética, pues el tratar
de ser más virtuosos era lo único que podía garantizarnos cierta felicidad, el
estagirita comparaba al ser humano con un saco vacío que al momento de llenarse
volvía a estar de nuevo vacío, más contemporáneamente Lacán asociaba esta
dimensión humana al deseo, el ser humano vive deseando y su felicidad no se
basa en concretar esos deseos sino en vivir acorde a sus ideales. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Sin
embargo, en nuestros días el consumismo nos ha planteado una supuesta forma de
obtener rápidamente felicidad, aunque esta sea efímera y superficial pero al
menos es tangible, se nos dice que las cosas materiales o económicas, pueden
saciar temporalmente ese vacío que sentimos, por ejemplo en nuestros
cumpleaños, lo que esperamos obtener son obsequios que materializan el
sentimiento de cariño que tienen las demás personas hacia nosotros, y aunque se
insista tanto que el afecto no se compra, nos parece un parámetro valedero e
incluso mesurable recibir esta clase de manifestaciones de cariño, estimación o
aprecio, de hecho existe una frase para justificar los regalos “Es sólo un
detalle”, tal vez tengan razón aquellos que opinan que “el dinero no da la
felicidad pero como se le parece” pero finalmente se trata de un espejismo, y
como todo espejismo puede uno entretenerse un rato o morir en él. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Otro
ejemplo de nuestra búsqueda de felicidad es la compra de cosas materiales para
sentirnos bien cuando hemos tenido un mal día, o simplemente para materializar
deseos con sucedáneos efímeros. En el fondo sabemos que no es así, y tratamos de
acallar nuestra conciencia, no nos da felicidad, es un plan mercadológico de
las empresas para generarnos el deseo de comprar, para fabricarnos la necesidad
hacia un producto o para ser más claros hacernos sentir parte de un grupo
selectivo, necesidades creadas sólo para consumir y por ende una búsqueda de
felicidad vacía que tiene como único objetivo el lucro de una empresa.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Hasta
aquí podríamos decir que en cualquiera de los casos la felicidad no es la compra
de un producto, ni hay ningún objeto taumatúrgico para hacernos felices, muchos
menos puede decirse que seremos felices al alcanzar un estatus social u obtener
fama y riqueza espontáneas.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Hablaremos
en cambio de lo que para muchos es una manera infalible de alcanzar cierta
felicidad, se trata del altruismo, la trillada frase de “más enriquece el dar
que el recibir” no ha perdido vigencia, incluso estudios actuales revelan que
las personas altruistas son más saludables y viven más años, por aquello de la
obsesión actual que tenemos por la salud y una vida sustentable y no se diga
del miedo a la muerte, en fin, que el valorar la vida de los demás y
preocuparse por los otros es redituable. <o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Por
otro lado está ese deseo de trascendencia que nos lleva a buscar perpetuar
nuestra presencia en este mundo, este deseo también puede aprovecharse de
manera positiva, todas las culturas han creído que una vida puede valorada
respecto de las acciones positivas que realizó a favor de los demás, y es que
no sabemos si una buena acción puede a la larga cambiar el mundo y en el
contexto en el que estamos hablando, ni siquiera sería importante verificarlo
fehacientemente, bastaría pensar que así como se dice<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>que el aleteo de una mariposa puede ocasionar
un tornado en otra parte del mundo, una buena acción aun por muy pequeña
pudiera desencadenar una gran acción en otro lugar o incluso en otro tiempo, y
es que la cultura humana tiene este gran efecto, uno nunca sabe a que llevará
el buen ejemplo, una verdadera “cadena de favores” quizá.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Deberíamos
atrevernos hoy a realizar una buena acción por alguien, aun si fuéramos
calculadores esa buena acción podría algún día retornar, algunos lo llaman “karma”,
pero es simplemente una cuestión de sentido común, el pensar en lo demás
necesariamente disminuye el pensar el uno mismo y eso ya tiene un efecto
positivo porque nos lleva a dejar nuestro ensimismamiento, egoísmo e
individualismo que nos genera en principio una gran ansiedad, pero a la larga
puede convertirse incluso en depresión. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span><o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Es
importante mostrar atención a todos los modos de vida que nos rodean, porque
todo esto tiene como finalidad el aprender a mirar y ver a la gente como
realmente es y reconocer que todos somos iguales, solo con la diferencia de que
vivimos vidas y oportunidades diferentes. Es difícil comprender los caminos y
destinos al cual todos nos enfrentamos<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>desde que nacemos, el día a día, pero lo que sí está en nosotros es el
cómo nos ofrecemos oportunidades entre nosotros<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>para cambiar las adversidades de la vida.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Nuestra
independencia y nuestra autonomía, no nos desentiende de la sociedad, al
contrario nos hace más responsables con las personas que no tuvieron las mismas
oportunidades que nosotros.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Un
ejemplo de lo que tratamos de decir es la película “Los Olvidados” (Luis
Buñuel, 1950) en la cual el director hispano mexicano nos muestra de manera
esplendida el resultado de la indiferencia hacia los demás, la ‘ausencia de mirada’
lleva a la sociedad al olvido, el no mirar no se traduce en la desaparición de
la miseria al contrario, el alejamiento, el individualismo y el desinterés lo
que originan es una sociedad fragmentada que día a día ensancha su brecha de la
desigualdad social. Es un trabajo de sensibilización urgente porque estamos
acostumbrados a ver pero no a visionar, a mirar no a observar, más allá de
nuestra nariz hay muchas necesidades, algunas que ni si quiera pueden esperar a
que termine el día, de otro modo no hay garantía de una vida sustentable,
estaremos medianamente bien y seguros de nuestro hogar pero al salir la
realidad dura y amarga seguirá ahí, no tendremos con quien convivir.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Si
nosotros enfrentamos la realidad con optimismo y con madurez, podemos transformar
nuestro entorno y ser parte de un cambio donde los productos ya no sean el fin
de nuestra vida, sino por el contrario, que sean un medio que podamos compartir
con los demás. Para lograr una mayor equidad social en primer lugar hay que
identificar los proyectos de la realidad, en segundo lugar debemos dejar los
reproches por el mal funcionamiento del país, y convertirnos nosotros mismos en
la solución, más que preocupándonos, ocupándonos. Es posible un cambio visible
y responsable de la sociedad, esto supone la generación de una sociedad civil
exigente con sus autoridades pero también presente cuando se le necesitara en
casos de contingencia social, ciertamente materializar nuestros derechos
implica estar atentos respecto de las autoridades, pero también nosotros como
ciudadanos debemos respetarlos y fomentarlos y el primer paso preservar la
dignidad humana de los demás en todos los sentidos.<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">El
Instituto de Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión de la
Ética Judicial ha iniciado en este año un Programa de Promoción del Compromiso
Social que arrancó con una colecta de juguetes, Compar-T, para el 30 de abril entregados
en San Bartolo de Tutotepec en el estado de Hidalgo, uno de los municipios más
pobres de país, esté pendiente de otros eventos de este programa en nuestra
página web: <o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">http://www.sitios.scjn.gob.mx/instituto/<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Informes
al teléfono: (55) 4113 1000 ext. 6124 y 6150<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">Correos
electrónicos:<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">LFigueroaJ@mail.scjn.gob.mx<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX;">jrnarvaezh@mail.scjn.gob.mx<o:p></o:p></span></div>
<div align="center">
</div>
JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-17567015185539407122013-01-08T09:35:00.000-08:002013-07-26T12:54:55.842-07:00Compromiso social de los servidores judiciales<br />
<div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Por José Ramón Narváez Hernández<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://www.mundiario.com/media/mundiario/images/2013/04/29/2013071616592950338.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="241" src="http://www.mundiario.com/media/mundiario/images/2013/04/29/2013071616592950338.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Hablamos de un cambio de chip. Por muchos años la empleomanía llevó a
pensar a algunas personas que un cargo público era un privilegio que debía
gozarse. Hablar de compromiso significa como la propia etimología lo apunta,
hablar de cargas, obligaciones y promesas que deben ser cumplidas. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">El servicio público es de origen compromiso liso y llano, sin embargo vamos
a dar unos argumentos extras, algunos ejemplos y planteamientos prácticos para
contextualizar la necesidad de fomentar este compromiso.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Binomio poder-compromiso<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Todo acto público presupone el ejercicio de un poder, incluso en términos
jurídicos, como un mandato por el cual todo servidor público debe hacer lo que
le está ordenado por la sociedad, no es sólo un compromiso moral, político o
social, sino que tiene implicaciones jurídicas y cuya omisión o ejercicio
deficiente puede llevar a determinadas sanciones. De ese modo podríamos decir
junto con el tío Ben a su nieto Peter Parker quien se convertirá en el poderoso
Hombre Araña, en la versión cinematográfica de Sami Raimi (2002): “Un gran poder
conlleva una gran responsabilidad” y es así, a mayor poder debería haber más
compromiso.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">La hipoteca social</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;"> <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Toda comunidad política tiene como presupuesto un ordenamiento que persigue
como fin último la justicia, la cual debiera darse en las relaciones de uno a
uno (justicia conmutativa) y de cada uno de los miembros respecto de la
comunidad (justicia distributiva), de ese modo el vivir dentro de una comunidad
supone un compromiso social, pero además resulta que por las diferentes
historias de vida, la aspiración a la igualdad y la libertad debe ajustarse a
una realidad en la que las diferentes oportunidades nos colocan en diferentes
estratos sociales, culturales y económicos, sin embargo, esas oportunidades se
dieron a costa de algo, los que logran acceder a estudios superiores lo hacen
porque otros tienen que trabajar manualmente para producir la ropa y alimento
que los otros utilizarán, y aunque cada uno gana según su aportación manual,
técnica o intelectual, en una relación de justicia aritmética, también es
cierto que para sustentar a la sociedad pesa sobre los que más ganan o más
oportunidades han tenido, una hipoteca social, es decir, la comunidad política
espera algún día recibir el beneficio de ese sacrificio que se hizo en lo
colectivo y esto es de justicia social.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">El compromiso social no se
agota donando a la Cruz Roja<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">El compromiso social como todos los principios éticos, no se agota en unos
cuantos actos, se trata de una actitud, de una regla de vida que debe estar
presente en la toma de decisiones. No basta donar a unas cuantas instituciones
o dar limosna por la calle, se trata de una mentalidad que lleve en todo
momento a plantearse si cada uno de nuestros actos redunda en una justicia
colectiva tangible. Ciertamente la cultura consumista e individualista nos
obliga a pensar que “cada uno debe velar por sus intereses”, pero esta la
atomización que impide lograr una vida pública sana, pues no existe en nuestra
cultura una conciencia social, que lleve por una lado a apoyar a otros en una
situación más desventajosa que la nuestra supliendo totalmente (subsidiariedad)
o parcialmente (solidaridad) sus carencias. La clave es, diríamos, pensarse
siempre como miembro de una colectividad y el que cada acto singular hace más
justa o injusta la vida comunitaria de una sociedad.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Pongamos un ejemplo concreto:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">¿Qué tipo de automóvil tengo?, ¿cuál es la razón por la que elegí esa marca
y ese modelo?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Muchas veces adquirimos vehículos que hemos elegido por los supuestos
beneficios que el vendedor nos ha ofrecido, somos presa fácil de la
mercadotecnia: de ese modo hemos llegado a extremos de adquirir automóviles
para terrenos difíciles pensando en una supuesta seguridad personal o para
sentirnos más salvajes o libres ¿?. Peor aún,<span style="mso-spacerun: yes;">
</span>otros compran un estatus social, pensando que el coche les da un
significado a su existencia, los infelices, miserables e ignorantes peatones
deberían permitir el paso al progreso, tiene automóvil quien pudo comprarlo,
los otros por perezosos o tontos no lo tienen y frenan el avance social.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Un automóvil modesto y necesario para el traslado sería suficiente, hay quien
sin embargo, es amante de los coches y hace ciertos sacrificios para comprar
aquel que desea, pero muchos, muchísimos otros no podrán hacerlo, el compromiso
social no supone regalarles coches a los demás, pero lleva a pensar si no sería
posible hacer rondas, llevar de vez en cuando en el auto a algún conocido que
no lo tiene, implicaría pensar si la misma ruta no puede realizarse en
transporte público, etc. De todos modos, si se sigue pensando que el cargo es
una especie de distinción honorífica entonces se necesitará no sólo un
automóvil lujoso con chofer sino incluso una alfombra roja para el descenso. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Ciertamente en este planteamiento aparece otra cara del compromiso social
que es la conciencia ecológica, no es sustentable el estilo de vida que tenemos,
son demasiados automóviles que contaminan y tornan la vida urbana intolerable.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">El mutualismo<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Otro ejemplo clásico que materializa el compromiso social es la mutualidad,
corporaciones y grupos sociales crean instituciones para solventar las
necesidades de los más necesitados, de manera preventiva, es la base de lo que
hoy se conoce como seguridad social. Y como finalmente se trata de una cuestión
de ética y por tanto de prudencia, cada uno sabrá en qué medida puede apoyar a
otros en lo económico o en lo personal, dentro y fuera del área de trabajo,
algún préstamo para que alguien solvente una urgencia, apoyar a alguien con
alguna necesidad específica, traerle algo de comer cuando no puede salir por la
carga de trabajo, ayudarle a cambiar el neumático a una persona con dicho
problema, etc. Insistimos, se trata de una actitud, las formas de ayudar a
otros pueden multiplicarse al igual que los pretextos para no hacerlo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">El compromiso social en la
función judicial dura<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Quizá el tema más complejo respecto del compromiso social como principio de
la ética judicial es el cómo actualizarlo a través de las decisiones
judiciales. Es claro que un juez tiene mayor responsabilidad social en tanto
que sus decisiones materializan la justicia, pero no sólo en el caso que le
ocupa que sería la justicia conmutativa, sino que esa decisión incide
necesariamente en el orden jurídico haciéndolo más o menos justo, aportando o
demeritando la justicia social, pero nuevamente aquí se trata de un cambio de
actitud, si toda persona involucrada en la toma de decisiones judiciales tiene
presente que existe su trabajo repercute siempre en los social entonces tendría
que introducir en sus razonamientos criterios que le hicieran responder a ese
compromiso social, y social no significa con la institución para la que
trabaja, ni si quiera por razones de Estado, o para sustentar un tipo de
gobierno, se trata de consideraciones que favorezcan a la mayoría y aun mejor a
los más necesitados, consideraciones que lleven a fomentar en lo material o en
lo performativo un mayor equilibrio entre los miembros de una colectividad, se
trata de una responsabilidad hermenéutica, es decir, hacerse cargo de las
propias decisiones sin deslindarse ya sea porque se diga que sólo se aplica el
derecho, o escudándose en una supuesta seguridad jurídica. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">El compromiso social en este rubro lleva necesariamente a cuestionarse los
propios prejuicios (objetividad como principio ético) pues al formar parte de
una élite que ha accedido a una formación profesional, que ha tenido
oportunidad de ocupar un puesto público, etc., implica ciertos
condicionamientos sociales que llevan a una interpretación específica de la
realidad, por eso el compromiso social como los otros principios éticos,
suponen una revisión constante por cada uno de nosotros, por cierto ¿cuál es el
precio actual de un kilo de tortillas?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Algunas recomendaciones
literarias y cinematográficas<o:p></o:p></span></b></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">A propósito de nuestra pérdida de la conciencia social<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">Gilles Lipovetzky, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La era del vacío</i>,
Anagrama, Madrid, 2008 (También puede leerse de este autor.- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El crepúsculo del deber: la ética indolora
de los nuevos tiempos democráticos</i>, Anagrama, Madrid, 2008; y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La felicidad paradójica</i>, Anagrama,
Madrid, 2010.) <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://csulb.edu/~jlai/programs/html/cecs110/proj1/assets/movies/amelie.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="197" src="http://csulb.edu/~jlai/programs/html/cecs110/proj1/assets/movies/amelie.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Para el cine
aconsejamos:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Amelie (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Le fabuleux destin d'<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Amélie</span> Poulain</i>, Jean-Pierre Jeunet, 2001)<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 115%;">Una fábula donde una
muchacha común y corriente se plantea el propósito de ayudar a los que la
rodean, logrando hacer más amables sus vidas y en otros casos trastornándolas,
pero partiendo de su compromiso social y amor por la vida y lo cotidiano. <o:p></o:p></span></div>
JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-1950242584712902402012-08-02T09:58:00.002-07:002012-08-02T09:58:23.876-07:00Un sueño al amanecer<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://api.ning.com/files/HI12ZbslpRcAT64mv1vPe0e0EHFTyiE3tK5f2vV96lxg8xsEuOvRHMvAu2EXJv4LBKLaFwsEAaNzpjuphpABufIkvK*y4KoQ/amanecer_en_la_pedriza1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="213" src="http://api.ning.com/files/HI12ZbslpRcAT64mv1vPe0e0EHFTyiE3tK5f2vV96lxg8xsEuOvRHMvAu2EXJv4LBKLaFwsEAaNzpjuphpABufIkvK*y4KoQ/amanecer_en_la_pedriza1.jpg" width="320" /></a></div>
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<br /></div>
<div align="right" class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Por Francisco
Javier Arroyo Arellanes</span></div>
<div align="right" class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;">
<br /></div>
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Siempre
que Jacinto cruzaba el camino que lo conducía a su hogar, llevaba una nueva
fantasía en la mente. Soñaba despierto, creando imágenes e historias, sin
imaginar que tal vez alguna se haría realidad.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Desde
temprana hora, y sin que todavía saliera el sol, el niño de diez años llevaba sus
vacas a pastar, tras haberles dado de beber. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">El
pueblo de Jacinto se llamaba Santa María, donde destacaban peñascos cubiertos
de vegetación y una neblina espesa, de ahí que el clima tendiera a ser<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>húmedo, aunque en épocas de calor se tornaba
agradable. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify; text-indent: 35.4pt;">
<span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%;">Jacinto
quedó huérfano a los dos años. Su madre había enfermado de gravedad y
posteriormente falleció. Algunas personas aseguraron que murió a causa de la
soledad que ensombreció su vida. Jacinto nunca conoció a su padre. A partir de
entonces, el abuelo Melesio, noble anciano que había quedado viudo años antes
de que Jacinto naciera, se hizo cargo de éste. Ambos llevaban una vida
apacible.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Diariamente, don Melesio enseñaba a su nieto a trabajar
la tierra, ordeñar las vacas, elaborar quesos y rezar. Por su parte, para
Jacinto nada era más grato que soñar. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una tarde, cuando regresaba a casa con seis vacas,
Jacinto se detuvo a la orilla del camino y atestiguó el lento avance de un tren,
que dejaba una estela de humo negruzco; escuchó embelesado el singular y
rítmico sonido de aquella vieja máquina de vapor. Se sorprendió al mirar los
enormes vagones empotrados sobre las decenas de toscas ruedas metálicas, que
crujían a cada segundo como si fueran a reventar. Hacía mucho tiempo que no
veía pasar un tren cerca del pueblo. Se preguntó qué estaría sucediendo. La locomotora
se perdió de vista a lo lejos. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Ya con la noche encima, guardó las vacas en el corral y
se quedó pensativo. Su abuelo se le acercó y le preguntó:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—¿Vas a cenar, hijo?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El niño, mirando fijamente los ojos melancólicos del
anciano, contestó:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Sí, abuelo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Enseguida tomó un jarro, al que le agregó leche caliente
y un poco de café. El olor que despedía la bebida era delicioso. Escogió un pan
de entre los que había en un canasto, comió un trozo y dio un sorbo a su
bebida. Luego preguntó:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Abuelo, hoy vi pasar un tren.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El abuelo, sorprendido, replicó:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—No puede ser. ¿Cuándo lo viste?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Hace un rato, cuando venía para la casa.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—¿No será otra de tus fantasías? A lo mejor estuviste
mucho tiempo en el sol y se te calentó la cabeza. Será mejor que te duermas cuando
termines de cenar.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Con lentos movimientos, el abuelo sirvió frijoles en un
plato. Jacinto lo tomó, después empalmó una tortilla recién hecha y le agregó
un trozo de queso fresco. Comió con calma, en silencio. Éste se hubiera
prolongado de no ser porque don Melesio dijo:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Tiene tiempo que dejó de pasar el tren. Hace muchos años,
en este pueblo se cosechaba mucha fruta y hortaliza, venía gente de diversos
lugares para comprar algo de lo que aquí se producía, pero desde que cayó la
desgracia en el pueblo muchos habitantes huyeron. Por eso dejó de pasar el
tren. El pueblo se convirtió desde entonces en un lugar abandonado por todos,
hasta por los curas.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>“Mi madre platicaba que mi abuelo, el General don Juan
Nepomuceno, fue el más grande héroe del pueblo y, tal vez, del país. Resulta
que cuando ocurrió <st1:personname productid="la Guerra" w:st="on">la Guerra</st1:personname>
de Invasión, hace más de cien años, logró vencer al ejército extranjero que
quiso invadir nuestras tierras; todo esto gracias a su astucia, a su
conocimiento del territorio y, sobre todo, a su gran pericia militar. Esas
batallas costaron muchas vidas al país, de ahí que cada año se celebre ese heroico
triunfo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>“El General don Juan Nepomuceno fue quien exigió al
gobierno que se construyera en el pueblo una estación de ferrocarril; debido a
su poder e influencia, en poco tiempo estuvo lista. La estación nos benefició a
todos durante muchos años. Lástima que hoy esté abandonada.”<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Tras un momento de silencio, el abuelo volvió a preguntar:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—¿Estás seguro que viste pasar el ferrocarril?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Sí, abuelo, sí lo vi. No estoy mintiendo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El silencio volvió a reinar en el lugar. Ambos se
levantaron de sus pequeñas sillas y se fueron a descansar. El abuelo alumbraba
el camino con una lámpara de petróleo. Se detuvieron frente a un viejo retrato colgado
en el centro de la amplia pared de adobe; se trataba de la imagen del General don
Juan Nepomuceno, de recia mirada, portaba un hermoso traje militar, empuñando un
rifle con el que, sin duda, abatió a muchos enemigos de la patria en aquella gloriosa
batalla. En otro punto de la pared había otras fotografías, como la de la abuela
Mercedes, sonriente y de cabello trenzado y, junto a ella, de una belleza
singular, Carmen, madre de Jacinto. En un rincón del cuarto, en un nicho, había
cantidad de estampas y escapularios de diferentes santos, apóstoles, beatos y
arcángeles los cuales, según don Melesio, habían vencido a los demonios que en
algún tiempo quisieron dominar el cielo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Don Melesio se persignó (Jacinto hizo lo propio), después
encendió un par de veladoras y, por fin, cada cual se fue a su cuarto. Se
durmieron enseguida. Al poco tiempo, el anciano emitió un grito desgarrador, de
miedo. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Aléjense, malditos demonios —pudo decir—. Dios sabe que
no podrán invadir mi vida ni mi hogar.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Se echó a llorar. Tomó un crucifijo que tenía bajo la almohada
y se incorporó, tratando de encender la lámpara de petróleo. Jacinto estaba en
el umbral, rezando en voz alta con una veladora encendida y una estampa de San
Gabriel Arcángel. Cuando el viejo se calmó, su nieto le dijo: <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—No te preocupes, abuelo. Aquí está tu veladora, para que
alejes a las ánimas que no te dejan dormir.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El abuelo se acostó de nuevo y pudo conciliar el sueño.
El nieto volvió sobre sus pasos. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Don Melesio llevaba años teniendo esas pesadillas, de las
que, según él, sólo se libraría rezando entre veladoras.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Muy temprano, Jacinto salió de casa, seguido por las
vacas, que pastaban en un paraje cercano al pueblo. Después de un rato ahí, el niño
se dirigió a un río y se dio un largo baño. Mientras volvía al pueblo se sentó bajo
un árbol de peras; tomó una, la mordió y se quedó mirando el horizonte. De
pronto escuchó el inconfundible ruido del tren; deseoso de verlo, corrió hacia
las vías y volteó a ambos lados, pero no vio rastro alguno del vehículo.
Desanimado, desanduvo sus pasos. No había avanzado mucho cuando tropezó con un
bulto de papeles amarillentos, amarrados con un lazo; sorprendido, tomó el
paquete y lo llevó a su casa.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>A solas y lleno de curiosidad, se dedicó a separar los
muchos periódicos que contenía el paquete. Vio muchas fotos que, de algún modo,
relacionó con las que estaban colgadas en la pared; vio muchas letras, así como
números y signos que no comprendió. Le chocó ignorar lo que esos papeles
significaban. Decidió esperar a que su abuelo regresara del mercado (donde
vendía quesos) para que lo sacara de dudas.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Al rato, don Melesio interrogó al niño, pero no le creyó.
<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Creo que estas inventando, hijo. No puede ser que ahora
haya ferrocarriles invisibles. Los escuchas, pero no los ves, y encima de todo
aparecen paquetes de papeles en medio de las vías. No te creo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El niño dijo con vehemencia:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Abuelo, tienes que creerme. Este paquete apareció donde
te digo; se me hizo tan raro encontrarlo, que por curiosidad lo levanté. Nunca
había visto este tipo de papeles con fotos tan bonitas; por eso los traje a la
casa.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Don Melesio examinó el paquete y señaló:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Mira, hijo. Éstos son periódicos que sirven para
informar a la gente lo que pasa en otros lugares, fuera de este pueblo. Además
de las fotos contiene palabras, que son las que componen las noticias. Lástima
que nunca aprendí a leer, porque en este pueblo nunca hubo escuela. Yo conocí los
periódicos en la ciudad, cuando mi madre me llevaba. Pero es mejor que no te
enteres de lo que dicen. Sin periódicos hemos sido felices.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—¿Me puedo quedar con ellos? —preguntó Jacinto.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El abuelo se quedó pensativo y al cabo asintió.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Ya en la noche, el niño estaba inquieto. No podía dormir.
Se levantó y sacó su paquete de periódicos, que había guardado debajo de la
cama. Encendió un quinqué y comenzó a revisar detenidamente cada uno; veía con
curiosidad cada una de las fotografías de los periódicos, de personas con
sombreros, con abrigos; soldados marchando. A la postre se sintió frustrado por
ignorar lo que veía, así que volvió a guardar el paquete debajo de la cama y se
acostó. Soñó que navegaba sobre las fotos y las letras de sus periódicos,
llevando un abrigo negro y un sombrero con pluma roja.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>A la mañana siguiente cuidó a las vacas y estuvo buscando
paquetes de periódicos en las vías del ferrocarril. Caminó tanto que no
advirtió que ya había llegado a otro pueblo. Dejó las vacas a la entrada y recorrió
algunas calles. Le llamó la atención escuchar un coro de niños que gritaban
algunas vocales; se encaminó a la escuela y se asomó por un ventanal: un
profesor enseñaba las letras a sus alumnos. Jacinto lo escuchó atentamente, y después
de un rato corrió en pos de sus vacas, que aún estaban donde las había dejado;
miró alrededor y emprendió el regreso a casa, sin desviarse de las vías del tren.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Había caído la noche en Santa María. Jacinto se hallaba
pensativo frente al abuelo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—¿Te pasa algo, hijo? Te noto muy callado.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—No, abuelo —contestó el niño—. No me pasa nada. Quisiera
aprender a leer.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Sorprendido, el abuelo contestó tajantemente: <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Ya te dije que en este pueblo no hay escuela. Además,
¿para qué quieres aprender a leer?<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—Quiero saber qué dicen mis periódicos. Quiero saber qué
significan esas fotos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El abuelo, dando un manotazo en la mesa, respondió:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—¡No, ya dije que no! Enterarte de lo que dicen esos
papeles va a alterar tu vida. Los tiraré a la basura si sigues de necio.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El niño agachó la cabeza y se fue a su cuarto, donde
lloró.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Se habituó a caminar largas distancias, al lado de sus
vacas, para llegar al pueblo que sí tenía escuela. Tomaba clases mientras las
vacas pastaban. Aprendió a leer y a escribir, a pesar de su abuelo.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>En casa, noche a noche, revisaba sus periódicos; los
tenía ordenados de acuerdo con el número de fotos que tuvieran. Poco a poco fue
entendiendo lo que decían y, en caso de duda, acudía a su profesor. Después de
ocho meses, Jacinto dominó el arte de la lectura; las malas noticias lo
preocupaban, disfrutaba las buenas, cambió su percepción del mundo. Empezó a
dormir menos que de costumbre, con tal de leer en la madrugada. Cuidaba los
diarios como si fueran un tesoro; los guardaba envueltos en una manta. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El abuelo no se percataba de que el nieto había cambiado,
sustituyendo sueños y fantasías por notas periodísticas y fotografías.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>Una madrugada, mientras el niño leía ávidamente, oyó a su
abuelo gritar de horror, y luego implorar:<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>—¡Hijo, ayúdame! ¡Ahora sí me llevarán los malditos
demonios! ¡Tráeme la veladora y ven a rezar, para que se alejen de mi lado
estos malvados espíritus!<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoBodyText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;">
<span lang="ES-TRAD" style="font-family: "Times New Roman","serif"; line-height: 150%; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="mso-tab-count: 1;"> </span>El niño se levantó con calma, envolvió cuidadosamente sus
diarios, los guardó debajo de la cama y se acostó con los brazos bajo la nuca.
Por una ventana miró el cielo aún oscuro, exornado con un plenilunio rojizo,
mientras, en el cuarto contiguo, don Melesio seguía gritando por culpa de las pesadillas.<o:p></o:p></span></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-10295763796281539312012-05-14T10:25:00.000-07:002012-05-14T10:25:00.533-07:00Programa "Derechos Humanos y Justicia"<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;">
<a href="http://4vientos.org.mx/blog/wp-content/uploads/2011/12/DERECHOS-HUMANOS-1.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="219" src="http://4vientos.org.mx/blog/wp-content/uploads/2011/12/DERECHOS-HUMANOS-1.jpg" width="320" /></a></div>
<br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">El
Instituto ha iniciado un Programa denominado “Derechos Humanos y Justicia” a
través del cual se desarrollan diferentes acciones para analizar el impacto de
la reforma constitucional de junio de 2011 en la justicia, tanto en el ámbito
de la ética judicial como en el trabajo jurisprudencial. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">El objetivo fundamental sería llegar al final
del año con alguna o algunas publicaciones de los resultados de estas
discusiones, por otro lado involucrar tanto a jueces y académicos para poder
detonar la reflexión de estos temas, esto supone de inmediato a la ética pues
implica el profesionalismo y la excelencia, se trata de la búsqueda de
parámetros hermenéuticos que anhelen la aplicación más justa del derecho, por lo
que se involucran la interpretación, la argumentación y la ética judicial. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Las acciones específicas del programa son las
siguientes: <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<ol start="1" style="margin-top: 0cm;" type="A">
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Jornadas “Los derechos Humanos y la justicia”<o:p></o:p></span></b></li>
</ol>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Estas jornadas se realizan en diferentes lugares
de la república, contando con el apoyo directo de las Casas de la Cultura
Jurídica. Durante uno o dos días se trata un tema específico relacionado con el
objetivo del programa a través de foros en los que diversos actores analizan dicha
temática que en la medida de lo posible se pone especial atención a las
preocupaciones regionales. Hasta el momento se han realizado dos Jornadas una
en Mérida con el tema “Control de convencionalidad” en el mes de marzo y ahora
en mayo en Toluca con el tema “Los derechos político-electorales como derechos
humanos”.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">En las Jornadas se utiliza el cine como pre-texto
para abordar los tópicos.<o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<ol start="2" style="margin-top: 0cm;" type="A">
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Seminario permanente de Investigación<o:p></o:p></span></b></li>
</ol>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">En la Ciudad de México el primer martes de cada
mes se lleva a cabo una reunión entre magistrados, académicos y actores
sociales en los que se discute una agenda de temas acerca de la reforma, a cada
reunión le corresponde una minuta de los trabajos que en su momento se
publicará. Hasta ahora se han tocado temas como; dignidad humana, principio pro
persona, interpretación conforme, control difuso, progresividad, efectividad,
entre otros. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p>Ir a la página del Seminario:</o:p></span></div>
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;"><o:p><a href="http://seminarioddhhyjusticia.blogspot.com/">http://seminarioddhhyjusticia.blogspot.com</a></o:p></span></div>
<br />
<ol start="3" style="margin-top: 0cm;" type="A">
<li class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">3er Congreso Internacional de Argumentación “Derechos Humanos y
Justicia”<o:p></o:p></span></b></li>
</ol>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Todo este esfuerzo reflexivo concluirá con el
Congreso que celebraremos los días 21, 22 y 23 de noviembre en Ciudad de México,
en el que se darán a conocer los resultados de los trabajos de investigación y
debate de todo el año. <o:p></o:p></span></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<br /></div>
<br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: normal; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">
<span lang="ES" style="font-family: "Arial","sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES-MX;">Los temas más estudiados tanto en las Jornadas
como en el Seminario, llegarán en forma de Mesa al Congreso y con la finalidad
de hacer las conclusiones pertinentes.<o:p></o:p></span></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-15076897804740104452011-12-06T13:58:00.000-08:002011-12-06T13:58:13.156-08:00“Nepo”: El Baluarte Mexicano<div align="right">Por Francisco Javier Arroyo Arellanes</div><div align="right"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.nexos.com.mx/?P=editomultimediafile&Multimedia=1580&Type=1" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" src="http://www.nexos.com.mx/?P=editomultimediafile&Multimedia=1580&Type=1" width="234" /></a></div><div align="center"></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Muchas veces creemos que los actos de heroísmo no son más que cosas que suceden en los grandes países de occidente o en los intensos pasajes de la historia, pero lo que contaré en seguida tiene que ver con la fortaleza que necesita nuestro país, tiene que ver con la valentía de los pobladores y sobretodo con los valores y el nacionalismo que deben tener los niños que son el futuro de este hermoso país.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Corría el año de 1866 y en el hermoso pueblo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Santiago Miahuatlán</i>, ubicado en la parte sur del estado de Oaxaca vivía un niño de 11 años llamado <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Juan Nepomuceno</i>, de gran bondad, sincero, inteligente y lleno de inquietudes; travieso como todo niño, era un gran conocedor de toda la región, lo mismo le daba trepar por un frondoso roble o un nogal, que introducirse a alguna cueva o algún pasadizo secreto, de esos que construyeron sus antepasados los Mixtecos y Zapotecos.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nepo</i>”, como le llamaban los pobladores de aquel bello lugar, era muy trabajador y apoyaba a su padre en el negocio familiar, una herrería llamada <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Santiago Apóstol”</i>,.Asistía en las mañanas a una pequeña aula, donde el anciano <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Jacinto”</i> les enseñaba a escribir, además de historia de México y, sobretodo, les inculcaba los valores humanos más importantes. Les decía su profesor <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Chinto”</i> que, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“los niños son la ganancia de un país y entre mejor se les eduque mejor será su nación”</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Nepo”</i> constantemente observaba estos valores en los adultos y los iba distinguiendo uno a uno. Se daba cuenta del comportamiento de su padre, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Don Evelio”</i>, quien era muy trabajador, muy honesto, honrado, cariñoso y transparente, pues no decía mentiras y hablaba correctamente con sus vecinos y amigos. Además su padre era muy nacionalista, creía en los derechos, en la justicia y en la libertad del país. Su madre <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Doña Jovita”</i>, mujer honesta, trabajadora, sincera y hogareña, le decía a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Nepo”</i> que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“solo los hombres verdaderos llegaban a ser héroes”</i>. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">En esa época se escuchaba que había un presidente oaxaqueño que había surgido de la raza zapoteca y que con gran valentía hacía frente al enemigo extranjero. Rápidamente las malas noticias llegarían a <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Santiago Miahuatlán”</i>.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Se escucharon en la tarde las incesantes campanadas de la antigua parroquia; el sacerdote, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“padre Severiano”</i>, reunió a toda la población y les dijo<i style="mso-bidi-font-style: normal;">: “Hijos míos, nos acaban de llegar malas noticias, se acerca a nuestro pueblo un ejercito extranjero, al parecer son franceses y para llegar a la capital de nuestro estado tienen que cruzar por nuestro poblado, necesitamos prepararnos y lamentablemente no tenemos armas, nosotros somos gente de paz pero también somos mexicanos y debemos enfrentarnos a esos invasores”, </i>se escucharon infinidad de gritos y la gente alborotada alzaba las manos en señal de victoria, en ese momento pidió la palabra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Don Evelio”</i>, quien dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“pueblo, somos un grupo de personas de paz y de trabajo, somos familia, que hemos nacido y vivido en este lugar por años y nuestros antepasados nos heredaron este hermoso sitio, lo trabajaron y defendieron y hoy nos toca hacer lo mismo, les pido en nombre de nuestros hijos y de nuestros descendientes que es hora de hacer lo que nos corresponde, brindar el honor a nuestro país y defenderlo como nunca, les pido que demostremos nuestro valor y nuestro principio de dignidad, luchemos en nombre de nuestra nación”.<o:p></o:p></i></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Le correspondió el turno al anciano <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Chinto”</i>, quien tomo la palabra: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“amigos, hermanos, familia, pueblo, es para mi muy triste mirar lo que sucede, pero nuestros antepasados también se enfrentaron a problemas similares y salieron victoriosos, hoy la historia nos pone un reto y sabremos salir adelante, aún sin armas, tenemos lo más importante, la inteligencia y además conocemos todos los rincones de esta zona, aprovechemos esto para vencer al enemigo, vamos adelante que saldremos victoriosos, ¡Viva México!”</i>, y se escuchó un grito lleno de jubilo, era el alma de aquel pueblo que se enfrentaría a su propio destino, a su futuro, a su historia.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Pasaron dos días y los pobladores sin descanso trabajaban día y noche preparando sus rudimentarias armas.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> “Don Evelio”</i> tenía ampolladas las manos pero no se cansaba de construir las vallas y los postes que servirían para detener al enemigo extranjero; los coheteros mientras tanto elaboraban mucha pólvora para los dos cañones que tenía el pueblo; las señoras preparaban tortillas y alimentos para los habitantes; otros más construían trincheras y hoyos que servirían de escondites para las mujeres y los niños; el pequeño <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Nepo”, </i>por su parte, se dedicó durante dos días a buscar piedras de río de regular tamaño para hacer una especie de muralla como de dos metros de alto y con una base muy sólida y además se subió a los nogales a buscar nueces, recolectando una cantidad considerable, era incansable, inagotable, era oaxaqueño. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Al tercer día comenzando a despuntar el sol, el pueblo se encontraba amurallado y a lo lejos ya se oían los tronidos de los cañones, así como las armas de fuego; de repente, se escucharon a lo lejos los galopes de unos caballos, que segundo a segundo se acercaban a toda prisa. De pronto, se hizo un silencio absoluto y, después, se escuchó un grito:<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">“Despejen la entrada en nombre del gobierno republicano”,</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"> <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Alguien del pueblo contestó: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">¿Quiénes son ustedes?, ¿Qué quieren?,</i> a lo que aclararon:<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt 36pt; mso-list: l0 level1 lfo1; text-align: justify; text-indent: -18pt;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-fareast-font-family: Arial;"><span style="mso-list: Ignore;">-<span style="font-size-adjust: none; font-stretch: normal; font: 7pt/normal "Times New Roman";"> </span></span></span><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">“<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Somos del ejército republicano, nos persiguen los invasores franceses</i>”<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Enseguida el anciano <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Chinto” dio la orden</i>:<i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Abran la puerta, rápido”. <o:p></o:p></i></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Eran doce soldados republicanos muy bien uniformados, los que se encontraban agotados, rendidos, unos llegaron heridos y los otros aterrorizados. Alguien de ellos dijo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Son miles y vienen muy bien armados”</i>, las caras de los pobladores se transformaron y el miedo se apoderó de ellos, pero inmediatamente <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Don Evelio”</i> replicó: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“serán muchos y bien armados, pero nosotros tenemos inteligencia, valor y dignidad y no vamos a rendirnos ni a dejar de luchar, ¡Viva México!”.</i> Inmediatamente todos los pobladores gritaron ¡viva México!.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Las mujeres atendieron a los soldados, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Nepo</i>” los observó detenidamente y les preguntó,<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> “¿Tienen miedo?”</i>, ellos se quedaron desconcertados pero contestaron, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Claro que sí”</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Nepo”</i> los volvió a cuestionar, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">entonces ¿Por qué se metieron de soldados?”, </i>se quedaron callados, no supieron que contestar.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">En menos de cinco horas llegó el ejército invasor; rápidamente los coheteros iniciaron la batalla lanzando grandes bolas de cañón, las cuales volaban a través de los aires, después, los doce soldados, ya más repuestos, proseguían el ataque con sus rifles. Fue así como inició una de las grandes batallas ocurridas en esos años en el pueblo de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Santiago Miahuatlán”, </i>perteneciente al precioso estado de Oaxaca. La batalla duró cinco días -sin descanso-; muchas bajas existieron por parte del ejército francés y otras más por parte del pueblo, que no se rindió, ni bajó la guardia. Nunca se llegó a registrar un suceso similar, un pueblo de civiles defendiendo a su nación.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Al atardecer del quinto día el alimentó escaseó y muchos pobladores se encontraban rendidos, la mayoría de los niños se refugiaron en las trincheras, eran pocos los que salían a apoyar a los pobladores, pero había un niño que llamaba la atención, era inagotable, incansable, era <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Nepo”</i>, llevaba y traía agua y cuando se enteró que el alimento escaseaba, se dirigió a su escondite y comenzó a limpiar sus nueces, consiguiendo una cantidad suficiente para la mayoría de los pobladores; era tal su entusiasmo que la gente se comenzó a animar y dejaron su cansancio; se habían terminado las balas de los cañones y se les ocurrió utilizar las piedras de río como balas de cañón, idea por demás arriesgada pero útil. Funcionaron a la perfección. Los franceses no se acercaban más, los pobladores sabían que tarde o temprano las piedras se acabarían y serían vencidos por falta de alimento. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Nepo”</i> se encontraba inquieto y se dirigió a su padre a quien le dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Padre, voy a salir a buscar alimento para todos, los arboles están llenos de fruta y en la noche puedo escabullirme y regresar antes de la mañana”, </i>la madre se negó, algunos pobladores también, pero <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Don Evelio”</i> dijo: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Nepo”</i>, eres un gran hombre, eres nuestro héroe y nuestro pueblo te vivirá agradecido y si ya no estamos, las futuras generaciones te valorarán, ve hijo y mucha suerte, ese es tu destino. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Oscureció y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Nepo”,</i> que conocía todos los rincones de la zona, se dirigió a los túneles de los antiguos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Zapotecos y Mixtecos</i> y se introdujo en uno de ellos; pasaron las horas y el niño nunca apareció, transcurrió la mañana y todos los pobladores se encontraban entristecidos. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Don Evelio”</i> pensó en rendirse pero el anciano <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Chinto”</i> le aclaró: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Evelio, escúchame, en las grandes batallas de la historia han caído muchos héroes que hoy son todavía recordados, tu hijo no es un sacrificio en vano, es nuestro héroe y vamos a seguir pase lo que pase hasta el fin, no somos cobardes y si él se arriesgó, ¿Por qué nosotros no hemos de hacerlo?”, </i>Evelio contestó, con lágrimas en las mejillas: “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">tienes razón profesor, mi hijo es un héroe y siempre vivirá en cada uno de nosotros</i>”. “Don Evelio” tomó una piedra de río, la introdujo en la boquilla del cañón y disparó, al mismo tiempo que gritaba ¡viva México!; inmediatamente se escuchó otro grito sonoro: ¡viva México y la República!, ¡fuera los franceses y su imperio! Se trataba de un gran contingente de soldados republicanos que se acercaban por el flanco izquierdo y derecho, rodeando de una forma muy certera a los invasores franceses que quedaron en medio de los casi mil soldados mexicanos que con gran jubilo gritaban <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“vivan los oaxaqueños”, “viva Miahuatlán”</i>. En el flanco izquierdo se observaba a un pequeño niño que venía sobre un corcel blanco y, junto a este, el General José de la Cruz Porfirio Díaz Mori, quien en señal de victoria alzó su mano derecha la cual empuñaba su preciosa espada dorada. Ese día la pesadilla para los habitantes de<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“Santiago Miahuatlán”</i> había terminado, la victoria era para Oaxaca y para México.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Días después, los habitantes de Miahuatlán recibirían en la Ciudad de Oaxaca algunas condecoraciones, como las preseas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“VALOR AL MÉRITO” y “AGRADECIMIENTO DE LA NACIÓN”, </i>entre otras, pero el que recibió una condecoración especial fue el grandioso niño Juan Nepomuceno Meixueiro, quien desde ese día fue llamado<span style="mso-spacerun: yes;"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;">“EL BALUARTE MEXICANO”</i>, debido a su entereza, esfuerzo, lucha, valentía, patriotismo y sobre todo, el respeto hacia su nación. Este premio lo recibió de manos del valiente indígena zapoteco oaxaqueño y Presidente de la República mexicana, Don Benito Pablo Juárez García, quien lo puso como ejemplo a los niños de México en ese año de 1866.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">“Nepo”</span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"> llegó a ser General del ejército mexicano y falleció en Oaxaca.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">En su pueblo natal se erigió una enorme estatua, de un niño trepado en un nogal agarrando unas nueces, en la cual está escrito lo siguiente: <i style="mso-bidi-font-style: normal;">“SÓLO LOS HOMBRES VERDADEROS LLEGAN A SER HEROES”.<o:p></o:p></i></span></div><div style="text-align: justify;"> <span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><o:p> </o:p></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Este cuento está dedicado a todos esos grandes héroes mexicanos que a pesar de su gran valor, entereza y lucha, han quedado en el olvido de los propios mexicanos, reciban hoy un reconocimiento y un homenaje por su lealtad al país.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div><div class="MsoNormal" style="line-height: 200%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></i><span style="font-family: "Arial","sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"> </div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-57265510944722160892011-09-12T11:25:00.000-07:002011-12-06T13:51:37.145-08:00La exigencia ética como una vía para superar el acoso laboral<div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Por Juan Carlos Barrios Lira<o:p></o:p></span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://medicablogs.diariomedico.com/normapernett/files/2010/09/ACOSO_LABORAL.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="272" src="http://medicablogs.diariomedico.com/normapernett/files/2010/09/ACOSO_LABORAL.jpg" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">“Cómo ha de ser de malo el trabajo que hasta pagan por hacerlo”, sostiene un dicho popular. Y la afirmación no es gratuita. Para muchos, por desgracia, el trabajo es sólo el medio para sobrevivir, la forma ingrata de obtener lo necesario para satisfacer las necesidades prioritarias. El trabajo, muchas veces, se considera como una actividad que preferiría evitarse, si se pudiera encontrar otra forma de conseguir los satisfactores a nuestras necesidades. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Si bien el trabajo es mucho más (algo fundamental para el desarrollo y la plenitud personal), las condiciones en las que algunas “actividades laborales” son planteadas, dan motivo fundado para expresiones y juicios populares como los señalados anteriormente. Largas jornadas laborales que afectan el estado de salud de las personas; retribuciones económicas que no respaldan un nivel de vida digno; exigencia de responsabilidades que no corresponden a los puestos; maltrato por parte de los superiores y de compañeros (desde insultos a insinuaciones, de indiferencia a desprestigio); asignación desmesurada de tareas a una persona o área; mala distribución de las tareas entre los trabajadores y/o injusta asignación de los reconocimientos; son sólo algunos ejemplos no restringidos a experiencias de tiempos remotos o a aquellos ámbitos cuyas condiciones son generalmente deplorables: maquiladoras, minería, sector agrario, empresas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">outsourcing</i>, etc.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">En el desarrollo cotidiano de la función jurisdiccional y de las actividades administrativas y de apoyo que la posibilitan ¿se presentará alguna de estas circunstancias? Conocer el índice de enfermedades producidas por el estrés o cansancio, o el índice de divorcios y separaciones en las que uno de los factores decisivos fue la desproporción de tiempo dedicado al ámbito laboral, puede ser un indicador interesante. Mientras tanto, cada uno puede evaluar si en su ámbito laboral existen estas situaciones y, de ser así, reflexionar la vía más prudente para reconsiderar el rumbo. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Desde luego, este tipo de supuestos se estiman como excepciones, pero su existencia no puede desconocerse y debe denunciarse. Si el trabajo es hoy un mero mecanismo instrumental para obtener recursos, si algunos trabajadores han perdido el sentido de entrega y compromiso, si se ha llegado en el contexto jurisdiccional a lamentables casos de mediocridad burocrática o de servilismo acrítico, las razones pueden estar vinculadas a vicios como los enunciados. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Ciertamente, debería superarse esta visión mercantilista y enajenante del trabajo, tanto por parte de quienes lo realizan, como por parte de quienes lo contratan. En esta tarea, la ética tiene mucho por decir. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;"><o:p></o:p></span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Desde la primera mitad del siglo XX, comenzó a ponerse acento en el ambiente laboral como un elemento clave en la producción de las empresas. La experiencia demostró que favoreciendo las condiciones de trabajo, los trabajadores resultaban más productivos, beneficiando a la larga las ganancias de la empresa. Así, la administración privada empezó a revalorar uno de los elementos básicos de la producción: el trabajo (posteriormente denominado: recursos humanos). El enfoque no deja de ser economicista, apelar a la racionalidad instrumental y “cosificar” (tratar como cosas), en cierta forma, a los seres humanos; sin embargo, esta nueva perspectiva, puede ser un inicio para tomar consciencia de la importancia del factor humano. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Hoy parece una cuestión evidente y natural que las instituciones públicas y privadas contemplen en sus estructuras áreas enfocadas a los “recursos humanos” y su desarrollo. Hay un nuevo auge de estudios universitarios realizados para demostrar la conveniencia de un mejor ambiente laboral. Surge la consciencia de nuevas problemáticas cuya superación proyecta una reconsideración positiva del trabajo. Hoy se habla de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">mobbing</i> para referirse al acoso laboral (un fenómeno tan amplio y complejo que abarca desde el incumplimiento expreso de derechos laborales, hasta el sutil pero constante ataque a la integridad y desarrollo psicológico de los trabajadores), con la intención de superarlo.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Reconsiderar el valor del ser humano y del trabajo como una dimensión en la que él mismo encuentra vías de realización es parte de la ética. El trabajo cobra sentido cuando los seres humanos nos entendemos en comunidad, como seres sociales. El esfuerzo desplegado, las habilidades puestas en acción para el cumplimiento del trabajo tienen su auténtica razón de ser cuando inciden en dos aspectos: i) en el perfeccionamiento de la persona que realiza la actividad, al potencializar sus capacidades y, ii) en el impacto de dicha actividad para el bienestar de las personas con las que convivimos. Ambos aspectos resultan generadores de satisfacción personal y, por ello, el trabajo debería entenderse como una parte del desarrollo integral de la persona, una parte de la felicidad.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Esto es más simple y real de lo que parece. Cuando se realiza una actividad desplegando las capacidades y obteniendo el objetivo planteado, surge cierta sensación satisfactoria. Esto es el trabajo. Cierto es que las condiciones actuales a menudo nos condicionan a enfocar nuestro esfuerzo y actividad a objetivos desvinculados de nuestros propios intereses y gustos. Las condiciones que genera el mercantilismo de nuestras sociedades suele atentar contra el desenvolvimiento de las personas. No todos trabajan en donde quisieran. Antes de la satisfacción por el trabajo se encuentra la necesidad de comer. Pero la ética propone por ello un reto que comienza en nuestra persona. Conmina al perfeccionamiento de cada uno y al hacerlo, invita a la lucha para cambiar las condiciones, a la lucha para que el trabajo cobre sus auténticas dimensiones.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">La ética no se agota en sugerir al trabajador una actitud nueva, una reconsideración de lo que el trabajo implica, sino que precisamente por llamar a esa consciencia, la ética se convierte en una exigencia de condiciones favorables. El trabajo no es sólo la búsqueda de una ganancia material, el trabajo es el medio para el desarrollo personal. Por tanto, no puede perderse de vista a la persona, al trabajador, pues las personas son el fin de toda actividad. Subsumir, desaparecer, intimidar, condicionar o amenazar a las personas, supuestamente en favor de la empresa o institución, es una especie de totalitarismo laboral.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Si el trabajo es fundamental no por ello lo es todo. Las personas no se reducen a su ámbito laboral, tienen otras muchas dimensiones: la familiar, la dirigida a la convivencia social por esparcimiento, el ámbito del necesario descanso, etc. Las jornadas extenuantes de trabajo, por más “indispensables” e “insoslayables” para el compromiso institucional, atentan contra la dignidad y desvirtúan el sentido del trabajo al instrumentalizar a la persona. <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">Ningún trabajo vale sacrificar la salud y el equilibrio físico y mental. La ética, si tiende al bien del ser humano, no puede admitir situaciones que atenten contra su bienestar.</b><o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">Lo relativo a la exigencia de condiciones favorables también ha sido considerado por la ética judicial, a través de las denominadas idoneidades gerenciales. En este rubro se encuentra la adecuada administración del juzgado (y, por extensión, de cualquier área administrativa o jurisdiccional), incluyendo la exigencia a los titulares (o a todos aquellos con personal a su cargo) de: cumplir con el horario laboral; llevar un buen control de los recursos materiales, para evitar caer en excesos y gastos innecesarios o, por el contrario, impedir el funcionamiento apropiado por carencia de recursos; seleccionar al personal adecuado para las funciones requeridas; asignar las tareas de acuerdo con los puestos, aptitudes y perfiles de cada uno de los trabajadores, buscando potencializar sus capacidades (tanto para lograr un mejor cumplimiento de las tareas, como para impulsar el crecimiento profesional de los propios trabajadores); mantener una justa distribución de las cargas laborales así como de los reconocimientos; y, por supuesto, evitar situaciones o condiciones que afecten la armonía en el desarrollo del trabajo o atenten contra la integridad física y mental de los trabajadores. Estas idoneidades son despliegue de la virtud del profesionalismo, de la prudencia, pero sobre todo, del humanismo.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 12pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES;">La ética judicial supone que un buen servidor judicial habrá de tener la empatía y la consciencia suficiente como para saber el valor del tiempo, de la salud y del desarrollo personal de sus compañeros de trabajo y subordinados. <o:p></o:p></span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Para leer más:<o:p></o:p></span></b></div><span style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">- BEUCHOT, Mauricio, “El trabajo” en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Los principios de la filosofía de Santo Tomás. Líneas generales del pensamiento sociopolítico de santo Tomás de Aquino</i>, IMDOSOC, México, 2002, pp. 67-77.<o:p></o:p></span><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;"></span><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">- <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Casos prácticos de Ética Judicial</i>, I, SCJN, México, 2011, pp. 169-207. Particularmente consultar la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Guía de prácticas para el ámbito jurisdiccional.<o:p></o:p></i></span><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;"></span><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">- LINHART, Robert, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De cadenas y de hombres</i>, Siglo XXI, México, 2005.<o:p></o:p></span><br />
<br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Un momento de humor:<o:p></o:p></span></b><br />
<b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">“Oportunidad para reflexionar sobre el Humanismo en el trabajo”<o:p></o:p></span></b><br />
<br />
<span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Se encuentra el Director de una empresa en su inmenso despacho, sin nada que hacer y planeando su fin de semana, cuando de pronto se le viene a la cabeza una pregunta: ¿Salir a cenar con mi secretaria, es trabajo o placer? <o:p></o:p></span><br />
<div style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Al rato llama al Gerente de Recursos Humanos, que estaba leyendo el diario y le plantea: ¿Salir a cenar con mi secretaria, es trabajo o placer? El Gerente de Recursos Humanos responde: Pues no lo sé, tendría que estudiarlo. El Director le da una hora para responder. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">El Gerente de Recursos Humanos, intrigado y con cierta preocupación, acude al Jefe de Personal y le pregunta, que el Director salga a cenar con su secretaria, ¿es un acto de trabajo o de placer? El Jefe de Personal (que estaba “navegando” en Internet), le responde que no sabe, por lo que el Gerente de Recursos Humanos le da 45 minutos para averiguarlo y buscar jurisprudencia y doctrina al respecto. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">El Jefe de Personal le traslada la pregunta a uno de los asesores de mayor rango, el cual estaba ocupado preparándose un té y contando lo que haría el fin de semana. Por supuesto, tampoco sabía la respuesta.<o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-theme-font: minor-bidi;">Al final, la pregunta le llega a uno de los empleados de menor jerarquía, que tiene el escritorio lleno de expedientes por archivar, varios correos electrónicos por contestar, media docena de personas para atender, pilas de legajos para completar, quince telegramas para despachar, y como si fuera poco, un parcial en un par de horas en la Facultad. En fin, atorado hasta “el tope” con trabajo pendiente. Su jefe le dice que tiene 5 minutos para decirle si el hecho de que el Director salga a cenar con su secretaria es un acto de trabajo o placer. <o:p></o:p></span></div><div style="text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman","serif"; font-size: 9pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-bidi-theme-font: minor-bidi; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: EN-US; mso-fareast-theme-font: minor-latin;">Sin siquiera levantar la vista ni parar de escribir en su computadora, el empleado responde inmediatamente: es placer. Su jefe, intrigado por la rápida respuesta, le pregunta: ¿Y cómo ha llegado tan rápidamente a esa conclusión?, a lo que el empleado contesta: <b>porque si fuera trabajo, seguro tendría que salir a cenar con ella Yo!!!!!!</b></span></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-77597510261693996462011-05-24T07:57:00.001-07:002011-05-24T07:57:53.878-07:00Justicia para todos<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwXLFXKkhbdXu0uekipkJGv0XVLgoJPOnBnTeNIWow1mdmGMBS6suy9p1Lg3bmbbfPkoZ8o-yEPZYEcoLSmx-LqRjhuZdL5GLPk0BmiFjUwmMmbGHo4Zjt63m6LDIcgWgQzlTws62HSUXx/s1600/Justicia+para+todos.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="291" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgwXLFXKkhbdXu0uekipkJGv0XVLgoJPOnBnTeNIWow1mdmGMBS6suy9p1Lg3bmbbfPkoZ8o-yEPZYEcoLSmx-LqRjhuZdL5GLPk0BmiFjUwmMmbGHo4Zjt63m6LDIcgWgQzlTws62HSUXx/s400/Justicia+para+todos.jpg" t8="true" width="400" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="color: #0000bf; font-size: 18pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">¿Llevarías al límite tus ideales como abogad@?</span><span style="font-size: 18pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="color: #0000bf; font-size: 18pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">¿Una persona con conductas "no normales" puede ser un buen juez?</span><span style="font-size: 18pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 18pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Estas y otras interrogantes estarán a debate el 8 de junio de 2011.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span style="font-size: 18pt; mso-fareast-font-family: "Times New Roman";">Espero puedas acompañarme, me agradaría mucho intercambiar opiniones al respecto. </span></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-80476152507887957192011-05-20T13:05:00.000-07:002011-05-20T13:07:29.903-07:00El juicio de Nüremberg<div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_wcC5th8kJt1VYKl63leIResOtLMuXaa2bfbxnzxQYn_mJwQ_kuJmKcdeFtShm8MtA0bQHT4aWW2T92thdHuKxReg99aMrJAGkbm4G3fhPpkKt0nKotap-v0adwr-1E-D4bXibaLe1ZuT/s1600/Nuremberg.jpg" imageanchor="1" style="clear: left; cssfloat: left; float: left; height: 333px; margin-bottom: 1em; margin-right: 1em; width: 528px;"><img border="0" height="245" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi_wcC5th8kJt1VYKl63leIResOtLMuXaa2bfbxnzxQYn_mJwQ_kuJmKcdeFtShm8MtA0bQHT4aWW2T92thdHuKxReg99aMrJAGkbm4G3fhPpkKt0nKotap-v0adwr-1E-D4bXibaLe1ZuT/s400/Nuremberg.jpg" width="400" /></a></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-32744993353750066492011-05-16T09:17:00.000-07:002011-05-16T09:17:26.562-07:00El Kimono Rojo<span lang="ES" style="font-family: Broadway; font-size: 26pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Aharoni;"></span><br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span lang="ES" style="font-family: Broadway; font-size: 26pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Aharoni;"> Ciclo de Cine-debate</span><span lang="ES" style="mso-ansi-language: ES;"></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: Andalus; font-size: 26pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">“</span><span lang="ES" style="font-family: Broadway; font-size: 26pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Andalus;">É</span><span lang="ES" style="font-family: Andalus; font-size: 26pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">tica y Argumentaci</span><span lang="ES" style="font-family: Broadway; font-size: 26pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Andalus;">ó</span><span lang="ES" style="font-family: Andalus; font-size: 26pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">n Judicial”</span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7io4ntmfDhd8cDGHH-N_w3tzukNsZGm__RzPIzcDGcuL_gnyxIPGPxjF2h_5AH88dnPTUleR1VSjZg-qab-C3dSjduFcBxJGyRpDNB2HN07oazrCIz_oKSdTRINc_62f5jsPTjo5ZNEtY/s1600/redkimona.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="251" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg7io4ntmfDhd8cDGHH-N_w3tzukNsZGm__RzPIzcDGcuL_gnyxIPGPxjF2h_5AH88dnPTUleR1VSjZg-qab-C3dSjduFcBxJGyRpDNB2HN07oazrCIz_oKSdTRINc_62f5jsPTjo5ZNEtY/s320/redkimona.jpg" width="320" /></a></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: Andalus; font-size: 26pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">P R E S E N T A</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span lang="ES" style="font-family: Broadway; font-size: 26pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Andalus;">El Kimono Rojo</span></i></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: Andalus; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">(Drama de 1925 totalmente restaurado, visto en México </span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: Andalus; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">hace m</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Andalus;">á</span><span lang="ES" style="font-family: Andalus; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">s de 90 a</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: Andalus;">ñ</span><span lang="ES" style="font-family: Andalus; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">os)</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: Broadway; font-size: 20pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Miércoles 18 de mayo de 2011 </span><br />
<span lang="ES" style="font-family: Broadway; font-size: 20pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">(17:00 hrs)</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: Broadway; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Sede Alterna Suprema Corte </span><br />
<span lang="ES" style="font-family: Broadway; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">de Justicia de la Nación</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: Andalus; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">(Av. Revoluci</span><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES;">ón 1508, P.B., Col. Guadalupe Inn)</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: Broadway; font-size: 16pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-family: "Times New Roman";">Comenta: Dr. Manuel González Oropeza</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: "Cambria", "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><br />
</div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: "Cambria", "serif"; font-size: 14pt; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES; mso-ascii-theme-font: major-latin; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-hansi-theme-font: major-latin;">Informes: 4113 1000 ext. 6159</span></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-72640289097257419862011-05-11T14:12:00.000-07:002011-05-13T13:30:45.675-07:00La argumentación como una actividad de sentido común<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://www.fundaciondoctordepando.com/cine-trailers/0_CANTINFLAS/Ah%25C3%25AD%2520est%25C3%25A1%2520el%2520detalle%2520(1940).jpg&sa=X&ei=x_vKTYmPD8Tf0QHzk9HjCA&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNEKEhk5C38Zem6YHJTKRrqjMyVlug" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" j8="true" src="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://www.fundaciondoctordepando.com/cine-trailers/0_CANTINFLAS/Ah%25C3%25AD%2520est%25C3%25A1%2520el%2520detalle%2520(1940).jpg&sa=X&ei=x_vKTYmPD8Tf0QHzk9HjCA&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNEKEhk5C38Zem6YHJTKRrqjMyVlug" width="216" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 184.3pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 184.3pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Cantinflas:</span></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;"> - Lo que yo decía Señor juez, ahí está el detalle… como yo dije, que casualidad por un perro, que a lo mejor era gato y éste lo traiva… y ora de que no y que sí y a la mejor, ora ya llegó, pues total yo creo ¿no?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 184.3pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Abogado defensor:</span></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;"> - Claro, ya llegó, a poco yo iba… y luego el prestigio profesional… y luego el perro y el gato y el loro, yo ni modo, yo siempre lo he dicho y ahí está el detalle…y luego el toro que ordeñaron… y quién, y quién mató, y no aquí está el verdadero Leonardo… y no éste es inocente y el otro Leonardo también, y yo ni modo, yo siempre lo he dicho… y ya está y claro…y ahí está el golpe, ¿o no?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 184.3pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Agente del MP:</span></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;"> - Ahí está el detalle señor juez, y estos que dijeron, porque total, usted, yo, nosots… y no, no Señor, las cosas por su propio peso… la justicia, viene para acá, nosots… allá, y estos acá, además uste es viejito, nunca se raja…</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 184.3pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Juez:</span></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;"> - Hay mira cómo eres, pero y yo y qué, verdad que no, oa que sí, na una tanteada, ahí está el detalle deveras, que es la identificación… o los dos van siendo Leonardos… e y por qué no lo dijo antes, porque arreglado aquello desde el principio, porque nosotros, verdad, desde el punto que dijimos… con razón decía que perro, ¿o no?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 184.3pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Cantinflas:</span></b><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;"> - Ora sí, lo ven, todo aclarado, si hablando en cristiano se entiende la gente, ¿o no?</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt 184.3pt; text-indent: -7.1pt;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>(<i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ahí está el detalle</i>, 1940, Director: Juan Bustillo Oro)</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Aunque no nos percatemos, argumentamos constantemente. Generalmente las ideas que compartimos y sostenemos ante otras personas van acompañadas de cierta explicación y no carecemos del conocimiento e ingenio para defender nuestro criterio o conseguir nuestros objetivos. Cuando esas explicaciones tienen una coherencia adecuada, respondiendo a ciertas reglas, pueden considerarse como razones de justificación. En términos generales y simples eso es precisamente argumentar, dar razones para sostener una idea.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Si bien hace poco más de veinte años comenzó un impulso relevante a las reflexiones teóricas en torno a la interpretación y la argumentación jurídicas, sustentadas en gran parte en teorías filosóficas de principios del siglo XX, la practica argumentativa es tan antigua como el lenguaje mismo. De hecho, esta es una razón que hace a la argumentación parte de nuestra vida cotidiana.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">En la célebre película de Cantinflas <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ahí está el detalle</i>, es claramente reflejado el juego del lenguaje. El lío en que se ve envuelto Cantinflas tiene como uno de los temas principales la confusión que genera la palabra “perro”. Desde el inicio de la película, a Cantinflas se le pide matar a un perro enfermo de rabia, accediendo a hacerlo después de una simpática resistencia. En un momento determinado de la trama, un defraudador es asesinado y Cantinflas (quién se ha estado haciendo pasar por otra persona) es acusado del delito. Así, durante el juicio correspondiente, mientras Cantinflas utiliza la palabra “perro” para referirse al animal que efectivamente había matado, el resto de los presentes la entienden como un insulto utilizado por Cantinflas para nombrar a la víctima del crimen. </span></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghLHu95Ghyti9jyz1273LTQpRL7ffzQcmOuC6gWs-M6_Ud6_Yl__tVju5ESWqHoUgJEl_6PnU6VGwRqGQnsIsjbMxBYTG1GmGoaxbylmsERw2Cdz69uAqGTK-RPtIqImJwxwyM0e52PTI/s1600/Medel1-B.JPG&sa=X&ei=HfzKTcKDEaG90AHPi8n4Bw&ved=0CAQQ8wc4Iw&usg=AFQjCNGOpm1TMzh5kwy2WzP2vpqLtcfRyQ" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEghLHu95Ghyti9jyz1273LTQpRL7ffzQcmOuC6gWs-M6_Ud6_Yl__tVju5ESWqHoUgJEl_6PnU6VGwRqGQnsIsjbMxBYTG1GmGoaxbylmsERw2Cdz69uAqGTK-RPtIqImJwxwyM0e52PTI/s320/Medel1-B.JPG&sa=X&ei=HfzKTcKDEaG90AHPi8n4Bw&ved=0CAQQ8wc4Iw&usg=AFQjCNGOpm1TMzh5kwy2WzP2vpqLtcfRyQ" width="212" /></a></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">En <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La vida inútil de Pito Pérez</i>, José Rubén Romero narra un pasaje donde el protagonista se vale de la ambigüedad de una palabra para burlar a un tendero: </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">… Desde el banco en donde me encontraba sentado, veía un comercio grande, muy surtido, quizá el mejor del pueblo, atestado de marchantes en aquella primera hora de la mañana. Dos o tres dependientes, en mangas de camisa, atendían a los parroquianos, y un viejo calvo, ganchudo como alcayata, tal vez el dueño del negocio, escribía ensimismado sobre un libro de cuentas. En lo más alto de las armazones de la tienda, con sus faldas amponas y azules, alineábamos grandes pilones de azúcar, ostentando orgullosos su marca de fábrica: Hacienda de Cahulote.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Me vino la idea de apoderarme, por medio de un ardid atrevido, de una de aquellas codiciadas pirámides. Entré al comercio, y dirigiéndome a uno de los dependientes, le pedí un centavo de canela. ¡Mi única moneda superviviente!</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Cuando tuve la raja en la mano acerquéme al dueño del comercio, y enseñándole mi compra le pedí por favor, poniendo cara de perro humilde, un piloncito de azúcar</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">“-Qué te lo den”- contestó el viejo. Fui al otro extremo del mostrador y con tono garboso dije a otro de los dependientes:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">“-Dice el amo que me dé un pilón de azúcar”- apuntando con el dedo uno de los panes que moraban cerca del techo. El dependiente, desconfiado, preguntó en voz alta a su jefe:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">“-¿Se le da un pilón de azúcar a este muchacho?” A lo que el viejo contestó afirmativamente, sin levantar los ojos del libro y creyendo que se trataba de un piloncito con qué endulzar una taza de canela</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">El dependiente bajó el pan de azúcar y yo salí con él en brazos…</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Estos dos picarescos ejemplos ponen en práctica lo que teóricos notables han identificado como “textura abierta” del lenguaje y que es un primer dato de consideración al momento de argumentar. Cuando se pone en práctica este ejercicio de argumentación, se debe ser atento a estar entendiendo lo mismo con una palabra, con el peligro que, de no hacerlo, fácilmente nos encontraríamos en un enredo como el de Cantinflas.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Evadir el enredo en la interacción con los otros es un objetivo manifiesto para evitar conflictos. Por ello, otro aspecto importante de la argumentación es la claridad del lenguaje. Es no sólo una demanda de los desarrollos teóricos actuales muy ligados a la ética, sino una exigencia de sentido común. Nuevamente Pito Pérez puede ejemplificar aquel aspecto por el que la ética ligada a la argumentación reclama claridad y simplicidad:</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">“-¿Qué te pareció mi sermón, Pito Pérez?”</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">“-Muy bien, padre, sobre todo esa figura tan bonita de nuestro tierno regazo; pero le faltó lo principal para conmover a los fieles: el latín, que es lo único que hace llorar en el templo a los piadosos oyentes”.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">…</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">“Te diré: sólo los domingos hablo así, porque es el día que bajan los rancheros a misa y no entienden de otra manera”.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 30.8pt 0pt 35.45pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">“- Ahí está el chiste, padre, que no le entiendan para que piensen que es usted un sabio. Los médicos también llaman a las enfermedades por sus nombres científicos delante de los dolientes, porque si les dieran sus nombres vulgares, los enfermos se atenderían solos, con infusiones de malvas o con ladrillos calientes”.</span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Las razones que se dan para sostener algo deben ser claras si han de ser auténticas razones. En el ámbito judicial esta exigencia vinculada a la ética bajo la forma de la “motivación judicial” tiene importancia también porque es una vía de legitimación del juez.</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: Arial;"><span style="font-family: Arial;"> </span></span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Mientras los otros órganos gubernamentales (ejecutivo y legislativo) obtienen su legitimación a través de la vía democrática, el órgano judicial, dada su naturaleza técnico-jurídica, no puede apelar (por lo menos directamente) a esta vía de legitimación, por lo que es en la corrección argumentativa y en la justicia de sus decisiones en donde ha de encontrar su legitimidad funcional. Así, el artículo 19 del Código Iberoamericano de Ética Judicial especifica: “Motivar supone expresar, de manera <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">ordenada y clara</i></b>, razones jurídicamente válidas, aptas para justificar la decisión”, </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">De ahí que a la argumentación se ligue la transparencia y la exhaustividad. A la hora de defender una idea o una decisión, de dar razones para sustentarla, se sigue el método infalible de los niños: preguntar invariable e incansablemente ¿por qué? No vale en el proceso el “porque sí”, “porque lo digo yo, porque así lo quiero”; el primer caso es no argumentar, el segundo es una imposición. En cualquier diálogo estas respuestas no se aceptarían, como no se aceptan en la “motivación judicial”.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">El orden y coherencia que pide la argumentación en el campo judicial establece una cadena de razones que puede ser seguida a través del cuestionamiento continuo del ¿por qué? Algunos teóricos afirman la conveniencia de sumar dos cuestionamientos al anterior ¿usted por qué o cómo lo sabe?, y ¿esto que usted dice qué relación tiene con lo anterior? Si se observa, ambas preguntas son muy pertinentes y atienden nuevamente al sentido común. Es importante a la hora de evaluar razones considerar la fuente de donde vienen, así como es relevante cuidarse de falsos razonamientos. Esto lo aplicamos cotidianamente. Cuando alguien nos pregunta por nuestra edad, generalmente no le damos por respuesta nuestro nombre. Si en una sentencia se afirma la responsabilidad penal de alguien, no se sustenta en su aspecto burlón. Hay ideas expuestas aparentemente para justificar algo con lo que en realidad no están relacionadas. Ir hasta el límite con estas interrogantes, puede abrir paso para demostrar ciertos absurdos.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">De todos estos temas trató, con la solemnidad de un evento académico, el Congreso Internacional de Argumentación Jurídica celebrado en octubre (21 y 22) del año pasado, evento que espera muy pronto la publicación de las reflexiones de teóricos nacionales e internacionales.</span><br />
<br />
<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="EN-US" style="font-size: 10pt;"><span style="font-family: Arial;">Recomendación cinematográfica</span></span></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">“12 hombres en pugna”, 1957, Dirección: Sidney Lumet. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Un jurado de 12 hombres debe decidir el destino de un joven acusado de asesinar a su padre. Sólo uno de ellos sostiene la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">posibilidad</i> de que el joven sea inocente y abre la puerta para poner en tela de juicio las certezas de los demás. </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;">Película que muestra brillantemente la manera en que se va argumentando y contra argumentando lo que aparentemente son hechos incuestionables, poniéndolos a prueba a través de la razonabilidad y demostrando en ocasiones el absurdo de una imposición meramente subjetiva. Espejo interesante de los prejuicios que a veces dirigen el criterio de los seres humanos y el esfuerzo por superarlos en el marco de distintas personalidades.</span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">Nota: La película resultó tan relevante que fue llevada al teatro y a la televisión, además de tener una adaptación bajo el enfoque femenino: “12 mujeres en pugna”. En México, incluso antes de ser llevada al teatro, la Directora Diana Cardoso Benia realizó en 2003 su adaptación cinematográfica con dicha visión femenina, proyecto en el que precisamente un grupo entusiasta de veteranas y jubiladas del Poder Judicial de la Federación actuaron.</span><br />
<br />
<span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;"><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Para leer más:</span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Para introducirse en el tema:</span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">- </span></b><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">WESTON, Anthony, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las claves de la argumentación</i>, 10ª ed., Ariel, España, 2005.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Clásicos de argumentación jurídica:</span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">- ALEXY, Robert, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Teoría de la argumentación jurídica</i>, Centro de Estudios Constitucionales, España, 1989.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">- ATIENZA, Manuel, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El derecho como argumentación, </i>Ariel, España, 2006.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">Publicaciones de la SCJN:</span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">- DEHESA, Gerardo, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Introducción a la Retórica y a la Argumentación</i>, 5ª ed., SCJN, México, 2009.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES-MX;">- GARCÍA AMADO, Juan Antonio, “La argumentación y su lugar en el razonamiento judicial sobre los hechos”, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Criterio y Conducta. Revista Semestral del Instituto de Investigaciones Jurisprudenciales y de Promoción y Difusión de la Ética Judicial</i>, N. 8, SCJN, México, julio-diciembre 2010.</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></div></span> </div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-86958501149772406342011-05-11T14:06:00.000-07:002011-05-13T13:30:45.458-07:00PRUDENCIA JUDICIAL Y JURISPRUDENCIA<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvXP_GZrUBOg6XHXOHnEZWtb1inGdSnxc1SY4DxEdm4GIikCOUWn3MncfqNWvGLA9iUEYBSg-mXG8xeWaUs6NXgKDgTvE7R4tx9Zu1kRTiSHqxiE9kM3Ij47svUNRSaouAU-FiH3MsUaU/s400/Odiseo%255B1%255D.jpg&sa=X&ei=x_rKTbOgGMTk0QGFwNnbCA&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNFBfSR7H3-HV99f5so51T5svWg7Hg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="232" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhvXP_GZrUBOg6XHXOHnEZWtb1inGdSnxc1SY4DxEdm4GIikCOUWn3MncfqNWvGLA9iUEYBSg-mXG8xeWaUs6NXgKDgTvE7R4tx9Zu1kRTiSHqxiE9kM3Ij47svUNRSaouAU-FiH3MsUaU/s320/Odiseo%255B1%255D.jpg&sa=X&ei=x_rKTbOgGMTk0QGFwNnbCA&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNFBfSR7H3-HV99f5so51T5svWg7Hg" width="320" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">En su obra “<i>Platón: los seis grandes temas de su filosofía”,</i> don Antonio Gómez Robledo hace una consideración más que favorable sobre el mítico Odiseo (Ulises), calificándolo de "el tipo más perfecto de hombre, en nuestra humilde opinión, que encontramos en toda la literatura griega"<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn1" name="_ftnref1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[1]</span></span></span></span></span></a>. En su afirmación se refleja, más allá de las posturas, algo que fácilmente podemos intuir del protagonista de <i>La Odisea</i>: la presencia de ciertos <i style="mso-bidi-font-style: normal;">rasgos de carácter</i> que desde la antigüedad y hasta nuestros días son <span style="mso-bidi-font-weight: bold;">considerados </span>valiosos, rasgos que constituyen la virtud (<i>areté</i> para los griegos). Odiseo como Aquiles es poseedor de aquel carácter valeroso, propio del guerrero, que resulta central para la Grecia de los tiempos homéricos; pero además, posee una cualidad que lo identifica. A lo largo de la <i>Odisea, </i>Homero no vacila en calificarlo continuamente de "paciente"<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn2" name="_ftnref2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[2]</span></span></span></span></span></a> y con ello le atribuye algo más que una simple ausencia de desesperación o de impulsividad. Una adaptación cinematográfica del poema homérico resume en un diálogo (que no se halla como tal en la obra escrita) lo que la historia muestra de diversas maneras en cada pasaje:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 45pt 0pt 2cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Telemaco</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">: No reconocerás tu casa. Cuando veas lo que han hecho querrás matarlos tanto como yo</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 45pt 0pt 2cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Odiseo</span></b><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">: Aún no es el momento de pelear. Debes aprender. Enojarse es fácil, pero enojarse con el hombre correcto, en el momento correcto y por la razón correcta, es muy difícil. ¿Comprendes?<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn3" name="_ftnref3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[3]</span></span></span></span></span></a> </span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-MX;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Odiseo es, para la Grecia de los tiempos homéricos, una excepción en los parámetros de virtud. En aquel contexto, las notas más representativas de la excelencia eran la fuerza y el valor del guerrero. Por ello, el gran referente heroico de la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ilíada</i> es fundamentalmente Aquiles. Estos parámetros hacen que, aunque ya se vislumbra en el Odiseo homérico una peculiar sabiduría asociada a la virtud, ésta se encuentre un tanto más ligada a la astucia y la sagacidad. Odiseo es considerado como hombre sabio, pero su sabiduría no es la de una persona dedicada a la especulación. En principio, este particular tipo de “sabiduría” sigue vinculada a los parámetros culturales de una Grecia bélica, por lo que la excelencia de Odiseo recae en una indispensable función: la Estrategia. Odiseo no es sólo quien engaña al cíclope y supera el peligro de las sirenas, sino también es quien lleva a buen término la artimaña del caballo que dará la victoria en Troya.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Este vínculo con la astucia (también Homero califica de “ingenioso” a Odiseo y Sófocles en su tragedia <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ayáx</i>, le nombrará en boca del protagonista “astuto zorro”) que tiene este peculiar tipo de sabiduría desde su origen no se perderá. Para Kant, por ejemplo, “la habilidad para elegir los medios conducentes al mayor posible bienestar propio, podemos llamarla <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sagacidad</i>…el imperativo que se refiere a la elección de los medios para la propia felicidad, esto es, el precepto de la sagacidad, es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hipotético</i>”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn4" name="_ftnref4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[4]</span></span></span></span></span></a> y con ello, aparentemente estamos ajenos a la consideración ética del fin y al deber. Cierto es que Aristóteles consideró que “parece propio del hombre prudente el ser capaz de deliberar rectamente sobre lo que es bueno y conveniente para sí mismo”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn5" name="_ftnref5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[5]</span></span></span></span></span></a> y que Tomás de Aquino consideró a la sagacidad como parte de la prudencia<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn6" name="_ftnref6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[6]</span></span></span></span></span></a>, pero ambos filósofos clásicos dieron un contenido mayor a este peculiar tipo de sabiduría (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">phronesis-prudentia</i>).</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">El pasaje que hemos recogido de la adaptación cinematográfica y la alusión a la cualidad de hombre “paciente”, apuntan ya hacia un contenido más rico de aquel especial tipo de “sabiduría” que posee Odiseo, contenido que no se limita a la astucia o sagacidad. Ser paciente en la Odisea implica “conversar con el espíritu”, en definitiva, deliberar. No se puede saber <i style="mso-bidi-font-style: normal;">quién</i> es el “hombre correcto”, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cuándo</i> es el “momento correcto” y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">cuál</i> es la “razón correcta”, si no se reflexiona al respecto bajo un cierto criterio de razón. Es verdad que la prudencia, desde la antigüedad está vinculada a la deliberación y que sólo se delibera, como expresa Aristóteles, “sobre los medios que conducen a los fines”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn7" name="_ftnref7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[7]</span></span></span></span></span></a>. Pero si consideramos que en Aristóteles los fines tienen una vinculación ontológica con el bien, en sentido objetivo y, por tanto, que el conocimiento de los fines se logra a través del intelecto (ya sea especulativo, ya sea práctico), entonces la prudencia aristotélica, este particular tipo de sabiduría vinculado a la determinación de los medios, está directamente relacionada con un criterio ético y no con una simple técnica. “La prudencia es la disposición que permite deliberar correctamente acerca de lo que es bueno o malo para el hombre (no en sí mismo, sino dentro del mundo; no en general, sino en tal o cual situación), y actuar, en consecuencia, como es conveniente”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn8" name="_ftnref8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[8]</span></span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">En este sentido ya se puede vislumbrar una compleja riqueza de la virtud de la prudencia, como cualidad que actúa tanto en el ámbito del entendimiento como en el de la voluntad. La prudencia fue de antiguo enmarcada en el plano de las virtudes intelectuales (dianoéticas) en tanto implica un cierto desenvolvimiento de la intelección. La deliberación, no pertenece al campo de la voluntad ciertamente, sino al del entendimiento. Pero la prudencia apunta también, en tanto deliberación y decisión, a la elección y a la acción (obrar humano) y por tanto, no se ubica en la especulación sino en la razón práctica. De ahí que la prudencia tenga características peculiares pues siendo una virtud intelectual, “dirige” su ámbito de acción a lo moral. “Es propio de la prudencia no sólo la consideración racional, sino la aplicación a la obra, que es el fin de la razón práctica”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn9" name="_ftnref9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[9]</span></span></span></span></span></a> </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 37.9pt 0pt 2cm; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-MX;">La prudencia condiciona así a todas las demás virtudes: sin ella, ninguna sabría lo que se debe hacer ni cómo alcanzar el fin (el bien) al que aspira… sin ella, la templanza, la fortaleza y la justicia no sabrían lo que hay que hacer ni cómo hacerlo; serían virtudes ciegas o indeterminadas (el justo amaría a la justicia sin saber cómo llevarla a la práctica, el valeroso no sabría qué hacer con su valor, etc.), del mismo modo que, sin ellas, la prudencia sería vacía o sólo sería habilidad.<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn10" name="_ftnref10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[10]</span></span></span></span></span></a></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">La prudencia es pues un saber deliberar, saber contemplar todos los matices de una circunstancia determinada (circunspección para Tomás de Aquino) para poder dirigir la acción hacia el fin, pero en la medida que es virtud, el fin para el que la prudencia delibera los medios, es un fin recto (la razón correcta) y por tanto condiciona los medios posibles que han de ser de la misma naturaleza: medios rectos. No vale la máxima utilitarista respecto de que el fin justifica los medios. La prudencia así caracterizada genéricamente, implica el recurso a la memoria y a la previsión, pues el determinar lo mejor en una circunstancia concreta supone experiencia en dichas circunstancias y, por tanto, conocimiento previo de la gama de posibles rumbos de acción y consecuencias, así como la capacidad imaginativa de proyectar rumbos y consecuencias no propiamente vividas: prever, ver antes de que algo suceda. Este es el sentido en que Odiseo conversa con su espíritu, se presenta opciones de acción y valora a través del razonamiento práctico, de la experiencia, la mejor opción (la opción correcta) de acuerdo con un fin recto. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Así, la prudencia incide en diversos momentos intelectivos y volitivos. Incide en la deliberación, en la decisión, en la elección y en la acción, al constituir la “recta razón en el obrar”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn11" name="_ftnref11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[11]</span></span></span></span></span></a>. En términos de Tomás de Aquino, en la prudencia se pueden encontrar tres actos: “el consejo, al que pertenece la invención, puesto que, como dijimos, aconsejar es indagar; el segundo es juzgar de los medios hallados. Ahí termina la razón especulativa. Pero la razón práctica, ordenadora de la acción procede ulteriormente con el tercer acto, que es el imperio, consistente en aplicar a la operación esos consejos y juicios”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn12" name="_ftnref12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[12]</span></span></span></span></span></a>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">La prudencia es una virtud que concierne a la vida en general, pero los actos que implica o bien, los momentos en que actúa, parecen ya muy cercanos a la actividad jurisdiccional. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">La <i style="mso-bidi-font-style: normal;">iurisdictio</i> consiste en “decir el derecho”, pero esta noción latina tiene un contenido especial. Decir el derecho en el contexto greco-romano es determinar lo justo (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">iustum</i>) en el caso concreto, por lo que el juez tiene como virtud esencial la de actualizar la justicia. El<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> ius</i> y el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">iustum </i>se establecen como fin en la función del juzgador, pero sólo puede alcanzar dicho fin el que tiene un peculiar tipo de sabiduría para hacerlo. Sólo aquel que posee las cualidades para poder “indagar” o deliberar la gama de opciones que presenta una situación determinada; para poder juzgar, decidir y elegir, alguna de las opciones que arroja la situación, y para imperar, llevar a la acción dicha deliberación y decisión, es quien puede llegar al fin de la justicia. Este es el jurisprudente, que aplica la virtud de la prudencia en el ámbito de la justicia.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpfply6jWXE8zxgX3D8_dDSh8hUQew4Qib-5bHn3uS3gMCKOTjUuOYJUemR9LY3xosn1alLgNqfFdK_zZVlMO9IeV8TSBi6m3H0B6YEX1bK1SwM4lNst2L1jTWLI1dRmN6GIXI-wvKN6V6/s1600/justicia+y+prudencia.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="230" j8="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhpfply6jWXE8zxgX3D8_dDSh8hUQew4Qib-5bHn3uS3gMCKOTjUuOYJUemR9LY3xosn1alLgNqfFdK_zZVlMO9IeV8TSBi6m3H0B6YEX1bK1SwM4lNst2L1jTWLI1dRmN6GIXI-wvKN6V6/s320/justicia+y+prudencia.jpg" width="320" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">La prudencia judicial es, entonces, la puesta en práctica de estas cualidades que supone la prudencia al servicio de la justicia. Es ese saber práctico que permite identificar lo que es justo en unas circunstancias concretas, pero que también mueve a ordenar que dicho acto justo se realice. Son la deliberación, decisión y ejecución de lo justo los actos o momentos de la prudencia judicial.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; mso-pagination: none; tab-stops: 28.3pt 56.65pt 85.0pt 113.35pt 141.7pt 170.05pt 198.4pt 226.75pt 255.1pt 283.45pt 311.8pt 340.15pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Ahora bien, el resultado de la actualización de la prudencia judicial que realiza el jurisprudente generará, desde el ámbito romano, una noción tan rica y compleja como las consideraciones anteriores: la jurisprudencia. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">El derecho romano entendía a la jurisprudencia como <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sapientia</i>, es decir, como saber, que en la antigüedad, como se ha apuntado, es intelectual y ético; el que sabe, sabe para hacer querer hacer, mueve la voluntad de los demás hacia aquello que les ofrece como un conocimiento más cierto y más válido, Cicerón llama a este saber frónesis, “<i style="mso-bidi-font-style: normal;">rerum expetendarum fugiendarum scientia</i>”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn13" name="_ftnref13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[13]</span></span></span></span></span></a> la ciencia que nos lleva a esperar unas cosas y huir de otras. La jurisprudencia entonces es un conocimiento profundo de la vida<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn14" name="_ftnref14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[14]</span></span></span></span></span></a>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Gayo decía de los jurisconsultos romanos “rendimos culto a la justicia y profesamos el saber de lo bueno y de lo justo, separando lo justo de lo injusto, discerniendo lo lícito de lo ilícito, anhelando hacer buenos a los hombres, no sólo por el temor de los castigos, sino también por el estímulo de los premios, dedicados si no yerro, a una verdadera y no simulada filosofía”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn15" name="_ftnref15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[15]</span></span></span></span></span></a> La jurisprudencia es una actividad trascendente y permanente en sí misma, puesto que implica distinguir lo bueno de lo malo, lo justo de lo injusto; esta labor de selección<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn16" name="_ftnref16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[16]</span></span></span></span></span></a> requiere de hombres prudentes, de hombres sabios y virtuosos. La jurisprudencia, en sus orígenes, persigue fines que van más allá de la explicación de la ley.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">En los diferentes conceptos de jurisprudencia que se manejan a través de la historia, existen puntos comunes que derivan del origen mismo del concepto: la idea de conformar un saber práctico; la aspiración a organizar la práctica a través de principios que puedan servir en un futuro; el uso de una experiencia acumulada de este saber práctico que persigue como fin la mejora del conocimiento del derecho. La jurisprudencia es así una institución, pero también un método, un arte y, en términos antiguos, una ciencia de lo justo y lo injusto. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">Podemos dividir los conceptos sobre jurisprudencia en dos grandes grupos. En el primero tenemos aquellos conceptos que hablan de la jurisprudencia como ciencia del derecho. En este sentido, suele apelarse a la etimología de la palabra que une las ideas de derecho y de prudencia, por lo que se entendería como el modo en que se descubre el derecho o lo justo aplicando la virtud de la prudencia. Jurisprudencia es en cierto modo un <i style="mso-bidi-font-style: normal;">hacer</i> lo que corresponde en cada situación. La imagen rescatada en este grupo, en cualquier caso, vincula a la jurisprudencia con un saber práctico, basado en la realidad humana y en un ejercicio racional, que es el juicio. En este grupo se inscriben también definiciones, como la anglosajona, que entienden la jurisprudencia como teoría del orden jurídico positivo, por lo que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">jurisprudence</i> equivale a explicar cómo y de qué manera surge el derecho en general<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn17" name="_ftnref17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[17]</span></span></span></span></span></a>.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">Existe un segundo grupo de definiciones que hacen referencia a la jurisprudencia como conjunto de sentencias o criterios de los tribunales. Para la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por ejemplo, la jurisprudencia "es la obligatoria interpretación y determinación del sentido de la ley..."; y también, "…un medio de desentrañar el sentido de la ley, para el efecto de que los juzgadores puedan aplicar esta última en forma debida y con criterio uniforme, precisamente cuando pronuncien el fallo correspondiente..."<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn18" name="_ftnref18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[18]</span></span></span></span></span></a>. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">En sentido estricto la jurisprudencia es la reiteración interpretativa </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">que los tribunales de justicia legalmente establecidos, hacen en sus resoluciones, y constituye una de las fuentes del derecho junto con la ley, la doctrina y la costumbre. En otro sentido, se le denomina jurisprudencia al conjunto de fallos firmes y uniformes (cosa juzgada), dictados por los órganos jurisdiccionales de un Estado.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">En cualquiera de los casos, la jurisprudencia tiene que ver con una actitud de constancia, ya sea porque es ciencia de lo justo, ya porque está relacionada con dos virtudes, la prudencia y la justicia, y como virtudes suponen un hábito bueno reiterado: “Otro de los grandes valores que manifiesta la jurisprudencia romana clásica es la observancia y respeto por la tradición, que simboliza una gran potencia en la vida jurídica romana, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">gravitas</i> y <i style="mso-bidi-font-style: normal;">constancia</i> son para el romano las virtudes cardinales de la nación”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn19" name="_ftnref19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[19]</span></span></span></span></span></a>. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">La jurisprudencia necesita apoyarse en la tradición, en la experiencia; por eso Coke expresó su clásica frase “la vida del derecho no ha sido lógica, ha sido experiencia”. Sin embargo, la jurisprudencia busca la mayoría de las veces innovar con base en esta experiencia; esta sutil paradoja es para el romanista español, uno de los rasgos del derecho romano “El sabio concierto entre tradición y progreso. El Derecho, según lo entienden los romanos, tiene su basamento en unos principios. Tales principios, enraizados, a su vez en un mundo de creencias, sentimientos, impulsos, necesidades políticas, económicas y de otra varia suerte, no se vierten del todo, con precisiones contables o mesurables, en lo jurídico positivo. Sin embargo, en el todo que es la vida colectiva actúan, difusa e impalpablemente, cual complementos que aseguran la razón de ser, la vitalidad y la validez misma del Derecho”<a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftn20" name="_ftnref20" style="mso-footnote-id: ftn20;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[20]</span></span></span></span></span></a>. </span></div><div style="mso-element: footnote-list;"><br clear="all" /><hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref1" name="_ftn1" style="mso-footnote-id: ftn1;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[1]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> GÓMEZ ROBLEDO, Antonio, “Platón: los seis grandes temas de su filosofía”, en <i>Obras, 4, Filosofía</i>, El Colegio Nacional, México, 2001, p. 350</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref2" name="_ftn2" style="mso-footnote-id: ftn2;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[2]</span></span></span></span></span></span></a><span lang="ES"><span style="font-size: x-small;"> “Ulises, el héroe paciente” HOMERO, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Odisea, </i>Canto V, versos 171 y 354; “Ulises divino, el de heroica paciencia” <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ibidem</i>, Canto VI, verso 1. Se utiliza aquí la versión castellana de José Manuel Pabón, editada por Gredos, Madrid, 1982.</span></span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref3" name="_ftn3" style="mso-footnote-id: ftn3;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[3]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Fragmento de la película <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Odyssey</i> (1997), dirigida por </span><span lang="ES">Andrey Konchalovskiy. Puede verse el fragmento citado en “The Odyssey Part 15”: <a href="http://www.youtube.com/watch?v=pealqwpv_sM&feature=related"><span style="color: blue;">http://www.youtube.com/watch?v=pealqwpv_sM&feature=related</span></a><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref4" name="_ftn4" style="mso-footnote-id: ftn4;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[4]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">KANT, Immanuelle, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fundamentación de la metafísica de las costumbres, </i>traducción de Manuel García Morente, Encuentro, Madrid, 2003, p. 50. </span><span lang="ES">Vid. también COMTE-SPONVILLE, André, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pequeño tratado de las grandes virtudes</i>, traducción de Berta Corral y Mercedes Corral, Paidós, España, 2005, p. 39.</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref5" name="_ftn5" style="mso-footnote-id: ftn5;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[5]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> ARISTÓTELES, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ética Nicomaquea,</i> VI, 5, 1140a, 25-27. Se utiliza aquí la versión catsellana de Julio Pallí Bonet, editada por Gredos, Madrid, 2003.</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref6" name="_ftn6" style="mso-footnote-id: ftn6;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[6]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> AQUINO, Tomás de, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Suma Teológica</i>, II, II, q. 49, a. 4. Se utiliza aquí la versión bilingüe editada por la Biblioteca de Autores Cristianos, T. VIII, Madrid, 1956.</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref7" name="_ftn7" style="mso-footnote-id: ftn7;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[7]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> ARISTÓTELES, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ÉN</i>, III, 3, </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">1112b, 10-15; “El objeto de la deliberación entonces, no es el fin, sino los medios que conducen al fin” <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ibidem</i>; 1113a</span></span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref8" name="_ftn8" style="mso-footnote-id: ftn8;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[8]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> COMTE-SPONVILLE, André, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pequeño…, op. cit., </i>pp. 40-41</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></div></div><div id="ftn9" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref9" name="_ftn9" style="mso-footnote-id: ftn9;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[9]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">AQUINO, Tomás de, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ST</i>, II, II, q. 47, a. 3, Respuesta.</span></span></div></div><div id="ftn10" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref10" name="_ftn10" style="mso-footnote-id: ftn10;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[10]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> COMTE-SPONVILLE, André, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Pequeño…, op. cit., </i>p. 41.</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></div></div><div id="ftn11" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref11" name="_ftn11" style="mso-footnote-id: ftn11;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[11]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">AQUINO, Tomás de, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">ST</i>, II, II, q. 47, a. 8, Respuesta.</span></span></div></div><div id="ftn12" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref12" name="_ftn12" style="mso-footnote-id: ftn12;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[12]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Idem.</span></i><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></div></div><div id="ftn13" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref13" name="_ftn13" style="mso-footnote-id: ftn13;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[13]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">CICERON, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De officis</i>, 1, 43, 153.</span></span></div></div><div id="ftn14" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref14" name="_ftn14" style="mso-footnote-id: ftn14;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[14]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">IGLESIAS, Juan, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Derecho romano,</i> Barcelona, Ariel, 2004, 15ª ed., p. 59.</span></span></div></div><div id="ftn15" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref15" name="_ftn15" style="mso-footnote-id: ftn15;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[15]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Instituttas, </span></i><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">1, 1, 4.</span></span></div></div><div id="ftn16" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref16" name="_ftn16" style="mso-footnote-id: ftn16;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[16]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Esta es una de las características que le atribuye Fritz Schulz a la jurisprudencia romana, el primer elemento de una ciencia el distinguir, citado por MAGALLÓN IBARRA, Jorge Mario, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La senda de la jurisprudencia romano</i>, México, UNAM, 2000, pp. 46 y ss.</span></span></div></div><div id="ftn17" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref17" name="_ftn17" style="mso-footnote-id: ftn17;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[17]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES" style="mso-ansi-language: EN-US;"> </span><span lang="EN" style="mso-ansi-language: EN; text-transform: uppercase;">Murphy, </span><span lang="EN" style="mso-ansi-language: EN;">Jeffrie G. y <span style="text-transform: uppercase;">Coleman, </span>Jules L., <i>The Philosophy of Law: An Introduction to Jurisprudence,</i> Boulder, CO. </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Westview Press, 1989.</span></span></div></div><div id="ftn18" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref18" name="_ftn18" style="mso-footnote-id: ftn18;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[18]</span></span></span></span></span></span></a><span lang="ES"><span style="font-size: x-small;"> <i>Apéndice al Semanario Judicial de <personname productid="la Federaci�n" w:st="on">la Federación</personname> 1917-1988</i>, 2a. parte, salas y tesis comunes, p. 1696.</span></span></div></div><div id="ftn19" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref19" name="_ftn19" style="mso-footnote-id: ftn19;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[19]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">MAGALLÓN IBARRA, Jorge Mario, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La senda…, op. cit., </i><span style="mso-spacerun: yes;"> </span>p. 188.</span></span></div></div><div id="ftn20" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><a href="http://www.blogger.com/post-create.g?blogID=4920117597559621546#_ftnref20" name="_ftn20" style="mso-footnote-id: ftn20;" title=""><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;"><span style="color: blue;">[20]</span></span></span></span></span></span></a><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">IGLESIAS, Juan, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Derecho romano, op cit.</i>, pp. 54-55.</span></span></div></div></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-36079426423218023492011-05-11T13:51:00.000-07:002011-05-13T13:30:45.567-07:00HISTORIA DE UN NOMBRE: "Raíz y Conciencia"<div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">A menudo, las publicaciones que inician su vida editorial comienzan por dar cuenta de su nombre. El caso de este órgano informativo fue diferente, pues se optó por comenzar de lleno y dejar que los lectores, libremente, encontrarán su sentido en el marco de los contenidos y temas abordados. A casi cuatro años de su edición mensual, parece conveniente compartir algunas de las reflexiones que llevaron a elegir las nociones de “raíz” y “conciencia” como símbolo de identidad de esta publicación. Las razones que motivaron el nombre al interior del Instituto desde luego no son las únicas y desde luego que el sentido de cada una puede ser enriquecido con las diversas connotaciones que cada lector le atribuya.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Nombrar no es cosa intrascendente. Dice un dicho popular que “nombre es destino” y esto es porque desde ciertas perspectivas filosóficas y literarias, dar nombre a algo es darle existencia. No se pretende decir con esto que aquello que no tiene nombre no exista, en el sentido material de existencia, pero la relevancia existencial de nombrar algo incide en otorgarle una identidad en nuestra mente, en darle un sentido de clara realidad en nuestra inteligencia. Por eso para los egipcios de hace más de 2700 años, conocer el nombre de las cosas era, en cierta forma, poseerlas<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span>. Y esto tiene sentido en tanto que el nombrar algo supone tener un concepto de ese algo, lo que para algunos estudiosos de la lógica supondría poseer el “ente intelectivo”</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Con un tono distinto, el nombre sigue demostrando su importancia en la cultura popular. Los padres demuestran un relevante esmero en la elección del nombre de los hijos, por ejemplo. El nombre puede manifestar un gusto o preferencia, pero puede expresar más, un contenido profundo, un significado que da (o que identifica) dirección. Este es el caso que nos compete.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">“Raíz y conciencia” no expresa sólo un gusto, sino un contenido que dirige, que apunta hacia lo que se identifica como fin. A nivel normativo las tareas de este Instituto quedaron fijadas en el Acuerdo 11/2006. Su campo de acción se proyectó hacia las amplias áreas de la jurisprudencia y la ética judicial, pero su objetivo en cierta medida es triple: investigar, difundir y promover. De esta manera, campos de acción y objetivo se conjuntan en el nombre de esta publicación.</span></div><div style="mso-element: footnote-list;"><br clear="all" /><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Raíz</span></i></b></div><div style="mso-element: footnote-list;"><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 66.25pt 0pt 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">En su poema <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El árbol de los amigos</i> Jorge Luis Borges expresó:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 45pt 0pt 2cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 45pt 0pt 2cm; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">alimentando nuestra raíz con alegría</b>. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 45pt 0pt 2cm; text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://erbell.files.wordpress.com/2010/04/cosmo3.jpg%3Fw%3D355%26h%3D358&sa=X&ei=8_jKTZiTNYHk0QG8ycDQBw&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNFkXPwhwuCMNizm3NX5l8cRc9x6cg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" j8="true" src="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://erbell.files.wordpress.com/2010/04/cosmo3.jpg%3Fw%3D355%26h%3D358&sa=X&ei=8_jKTZiTNYHk0QG8ycDQBw&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNFkXPwhwuCMNizm3NX5l8cRc9x6cg" width="317" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 45pt 0pt 2cm; text-align: justify;"><br />
</div><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">La raíz (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">radix</i>) es un término que proviene del campo de la botánica, pero que proyecta connotaciones simbólicas muy ricas. La raíz es ante todo origen y fuente, aquello de lo que se parte y en lo que se sostiene la vida. En el poema de Borges la raíz es la base, el pasado y la vía por la que nos alimentamos. La raíz sostiene desde el inicio, crea y nutre, permitiendo el desarrollo. La raíz está presente en representaciones simbólicas tan fundamentales como la del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">axis mundi</i> (eje del mundo) que a menudo utiliza la imagen del árbol para proyectar un orden cosmogónico de la realidad. El <i style="mso-bidi-font-style: normal;">axis mundi</i> insinúa los cuatro puntos cardinales, pero también trasciende la referencia meramente espacial al atribuir un contenido simbólico a las posiciones. La cúpula del árbol se asocia al nivel supramundano (celestial), mientras que el tronco alude a lo terrenal, estableciendo un puente con la raíz, propia del inframundo. Es importante advertir que la valoración simbólica del inframundo no es de ninguna manera negativa en las cosmovisiones en las que surge la representación del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">axis mundi</i>; por el contrario, el inframundo es un ámbito del que se nutre la realidad y en muchos casos, como en el egipcio<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span>, constituye aquella zona primigenia de donde emana la creación. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">La raíz, de cualquier forma, es fuente de nutrición y es también tradición, aquella tradición que da sustento al presente. Enclavada en el subsuelo, donde habitan los antepasados, la raíz es la vía por la que se encuentra estabilidad en una identidad común. Es el puente con el pasado, que se actualiza y vivifica en el presente. Tradición que otorga identidad y cohesión, aspecto que da sentido, por ejemplo, a las virtudes éticas del compromiso social y la lealtad que el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código de Ética del Poder Judicial de la Federación</i> (arts. 5.7 y 5.8) rescata. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Pero al connotar el pasado, la raíz es una referencia clara al precedente y a la tradición. El precedente en el campo jurídico y especialmente en el judicial, es una forma de certeza. En una perspectiva muy amplia, es evidente que el pasado norma, pues del pasado se conforman fuentes reconocidas de lo jurídico como la costumbre y la jurisprudencia. Un concepto técnico de jurisprudencia en nuestra cultura jurídica vincula la noción a lo que desde el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">common law</i> es considerado como “precedente judicial”. La raíz es la alusión a esta fuente de lo jurídico, propia de nuestra tradición judicial; es una referencia a los aspectos connotativos de la jurisprudencia, a esa obligatoriedad que imprime a través de su fuerza histórica, y a la estabilidad que otorga al constituirse en base y fundamento de certeza.</span></div><div class="Normal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="Normal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;">La reiteración de los criterios que, según la normatividad y la propia jurisprudencia<span style="mso-bidi-font-weight: bold;">, constituyen una de las vías de formación de esta última, son una muestra de la función normadora del pasado, pero no de cualquier pasado, sino del pasado reiterado que forma una línea continua, una verdadera raíz </span>(ver por ejemplo las tesis de rubros “<b>JURISPRUDENCIA. CUANDO SE ESTABLECE POR REITERACIÓN, SE CONSTITUYE POR LO RESUELTO EN CINCO EJECUTORIAS COINCIDENTES NO INTERRUMPIDAS POR OTRA EN CONTRARIO, POR LO QUE LAS OBLIGACIONES DE REDACCIÓN, CONTROL Y DIFUSIÓN SÓLO PRODUCEN EFECTOS PUBLICITARIOS” </b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">y “<b>JURISPRUDENCIA. SISTEMAS DE FORMACION</b>”)</span></div><div class="Normal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="Normal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">Fundamentar en el campo jurídico es vincularse a ese pasado a través de la legislación y la jurisprudencia. No es sólo citar las normas, sino referirlas porque tienen una carga de fuente, de origen que la imagen de la raíz rescata claramente. </span></div><div class="Normal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="Normal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">La raíz, como origen, es fundamento y es también fortaleza, virtud tan imprescindible para la función judicial que el C<i style="mso-bidi-font-style: normal;">ódigo de Ética del Poder Judicial de la Federación</i> la rescata expresamente en su artículo 5.5.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Echar raíces es una forma de identificación y de pertenencia, al lugar, a la tradición y fundamentalmente a las personas, que no debemos olvidar, son el auténtico sentido de la función de todo <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">servidor </i></b><i style="mso-bidi-font-style: normal;">público</i>.</span></div><div style="mso-element: footnote-list;"> </div><div style="mso-element: footnote-list;"><br clear="all" /><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Conciencia</span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">La representación animada de un texto infantil del siglo XIX puede ser un referente inmediato cuando aludimos a la noción de conciencia. Popularizado por Disney<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span>, nos referimos a Pepe grillo de Pinocho, ligado a una función educadora. El grillo juega en la historia, el rol de la conciencia de Pinocho y con ello en realidad puede considerarse como un desdoblamiento del mismo. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Si bien la noción de conciencia es mucho más compleja, es quizá el matiz moral que se refleja de manera caricaturizada en la función de Pepe grillo el que más interesa en el plano de la ética judicial. No obstante, aquel sentido más complejo nutre la específica referencia a la conciencia moral. La conciencia desde una mirada psicológica puede referir a un reconocimiento, no agotado en la simple percepción sensible. De la percepción sensible la mente humana pasa a la conciencia en el momento en que se da cuenta (reconoce, se percata) de dicha percepción sensible. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://www.fiestasanimarte.com.ar/images_web/pepe_grillo.gif&sa=X&ei=f_nKTaSuDYfk0QH95szcCA&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNHG79ngQn9Yo_lnkuG9G56hR20RMA" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="320" j8="true" src="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://www.fiestasanimarte.com.ar/images_web/pepe_grillo.gif&sa=X&ei=f_nKTaSuDYfk0QH95szcCA&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNHG79ngQn9Yo_lnkuG9G56hR20RMA" width="124" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Ser consciente de algo implica reconocer ese algo de manera especial en nuestro interior, percatarse de que aquello que se percibe está siendo percibido. En este sentido aunque la conciencia se pueda referir a algo exterior (algún objeto, alguna situación), en realidad el elemento importante es la interiorización de lo exterior. Pero la idea más acabada de conciencia, que desembocará en la denominada conciencia moral, es propiamente la del reconocimiento del yo por sí mismo, esto es, el darse cuenta de un algo interior que se está reconociendo. Este es el fondo de expresiones populares como la del “yo interior”, o la idea de que la “conciencia es una voz interior”, como sería el papel de Pepe grillo para Pinocho.</span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt;"> </span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Pero la relevancia de la conciencia en la conducta humana se acentúa si consideramos que tiene una presencia continua en el interior de cada persona, por lo que permite saber los auténticos motivos que mueven a la acción. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">De aquí despunta la relevancia ética de la conciencia. La doctrina de la ética judicial ha enfatizado que un rasgo distintivo de esta materia frente al derecho es su apelación a la conciencia. “La ética es una <b style="mso-bidi-font-weight: normal;">convocatoria a la conciencia del juez</b> para ganarlo en su esfuerzo por ser el mejor juez posible a la altura de su posibilidades” decía Rodolfo Luis Vigo en una conferencia de 2007<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span>, y esto es porque la ética busca el convencimiento, preocupada por el ámbito interior del juzgador, por aquellas que son las auténticas motivaciones de su conducta.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">La conciencia, es una alusión clara a la interioridad de la persona, campo primario en el que actúa la ética, pues ésta tiene que ver no sólo con la conducta externa, como lo hace el derecho, sino con las intenciones que mueven a dicha conducta. A esto está ligada la excelencia, principio presente en prácticamente todos los códigos de ética judicial, desde su contemplación en las exposiciones de motivos (como es el caso del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código Iberoamericano de Ética Judicial</i>), hasta su específica expresión en el cuerpo normativo (art. 13 del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código Modelo de Ética Judicial para impartidores de justicia de los Estados Unidos Mexicanos</i> y art. 5 del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código de ética del Poder Judicial de la Federación</i>). El llamado a la excelencia es un llamado a la conciencia, a la superación de la mediocridad que implica el simple cumplimiento de la normatividad que regula sólo lo exterior.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">La conciencia es un instrumento rector que, como voz interior, indica el camino de la corrección.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Raíz y conciencia</span></i></b></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Reconocimiento de la identidad, reconocimiento de la tradición y de la alteridad que se refleja en nosotros mismos, en definitiva, reconocimiento de la dignidad humana que se encuentra en cada una de las personas frente a las que los servidores judiciales asumimos el compromiso de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">servir</i>. Raíz y conciencia alude a este compromiso, a esta fortaleza y a este reconocimiento. Estabilidad que deriva de las raíces, de los precedentes, y compromiso que deriva de la convicción interior. Este es el sentido del nombre que da identidad a esta publicación. Un sentido que no se asume como cumplido, pero tampoco como anhelo lejano, sino como un deber de actualización cotidiana de todos y cada uno de los servidores judiciales.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div style="mso-element: footnote-list;"><br clear="all" /><hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Times New Roman;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Para los egipcios, Nun, las aguas primigenias, son el ámbito que cubre el inframundo y de donde emana la vida. Cfr. </span></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 9pt;">FRANKFORT, H. y H. A., WILSON, J. A., y JACOBSEN, T., <i>El pensamiento prefilosófico. I. Egipto y Mesopotamia</i>, sexta reimpresión, FCE, Breviarios 97, México, 1988, pp. 66.</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></div></div><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Times New Roman;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Un ejemplo claro lo da el propio libro de los muertos egipcio: “El Osiris N. conoce tu nombre, conoce el nombre de tu alma, conoce los nombres de tus <i style="mso-bidi-font-style: normal;">kau</i>” <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Libro de los muertos</i>, 5ª edición,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>estudio preliminar, traducción y notas de Federico Lara Peinado, Tecnos, España, 2009, Cap. 15, “Himnos a la gloria de Re y de Osiris”, p. 28. El propio Lara Peinado aclara en una nota al pie de página esta noción de posesión a través del conocimiento del nombre. Vid. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ibidem</i>, p. 19, nota 4.</span></span></span></div><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[3]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Times New Roman;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">Para una lectura crítica de la utilización de los dibujos animados (en específico de Disney) en la difusión y promoción de una determinada ideología puede verse la clásica obra de DORFMAN, Ariel y MATTELART, Armand, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Para leer el Pato Donald</i>, Siglo XXI, México. En el ámbito cinematográfico, una crítica a esta utilización negativa de los dibujos animados puede verse en ciertas escenas de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">The Holy Mountain</i>, de Alejandro Jodorowsky.</span></span></span></div><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span style="font-family: Times New Roman;"><span lang="ES"> </span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;">VIGO, Rodolfo, Luis, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Conferencia magistral “Responsabilidad ética del funcionario judicial”</i>,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Serie de Ética Judicial, 13, SCJN, México, 2007, p. 33.</span></span></span></div></div></div></span></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-68490273010316787772011-02-10T14:23:00.000-08:002011-02-10T14:23:09.080-08:00Justice, Equality, Envy, Evil: Žižek y la Justicia<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikGj9pTjvYFXwZuoOA4VYF3gIUdiMH4gh-WPbJ73rBgnnRSZoF48pGAzVL-qvfm1dmE2w23By2WC74UIXrMAl8Tx8ZT8nXLeqr9TYCE7wZp9x5fxYXMays_PMU1nPVxCT2ISPYjfKwPenN/s1600/slavoj-zizek.jpg&sa=X&ei=GmNUTdOLBo-3tgev6dCACw&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNHifTfHyH0Yf0InRXsCCW3-5k3Xlw" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" h5="true" height="228" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEikGj9pTjvYFXwZuoOA4VYF3gIUdiMH4gh-WPbJ73rBgnnRSZoF48pGAzVL-qvfm1dmE2w23By2WC74UIXrMAl8Tx8ZT8nXLeqr9TYCE7wZp9x5fxYXMays_PMU1nPVxCT2ISPYjfKwPenN/s320/slavoj-zizek.jpg&sa=X&ei=GmNUTdOLBo-3tgev6dCACw&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNHifTfHyH0Yf0InRXsCCW3-5k3Xlw" width="320" /></a></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">"What Nietzsche and Freud share is the idea that justice as equality is founded on envy--on the envy of the Other who has what we do not have, and who enjoys it. The demand for justice is thus ultimately the demand that the excessive enjoyment of the Other should be curtailed so that everyone's access to enjoyment is equal." <br />
<br />
Žižek, <span style="font-style: italic;">Violence</span> (Picador, 2008), p. 89<br />
<br />
"An evil person is thus <span style="font-style: italic;">not</span> an egotist, 'thinking only about his own interests.' A true egotist is too busy taking care of his own good to have time to cause misfortune to others. The primary vice of a bad person is precisely that he is more preoccupied with others than with himself."<br />
<br />
Žižek, <span style="font-style: italic;">Violence</span> (Picador, 2008), p. 92<br />
<br />
"Here is why egalitarianism itself should never be accepted at its face value: the notion (and practice) of egalitarian justice, insofar as it is sustained by envy, relies on the inversion of the standard renunciation accomplished to benefit others: 'I am ready to renounce it, <span style="font-style: italic;">so that others will (also) NOT be able to have it!</span>' Far from being opposed to the spirit of sacrifice, evil here emerges as the very spirit of sacrifice, ready to ignore one's own well being--if, through my sacrifice, I can deprive the Other of his <span style="font-style: italic;">enjoyment</span>..."<br />
<br />
Žižek, <span style="font-style: italic;">Violence</span> (Picador, 2008), p. 92 </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><iframe allowfullscreen='allowfullscreen' webkitallowfullscreen='webkitallowfullscreen' mozallowfullscreen='mozallowfullscreen' width='320' height='266' src='https://www.youtube.com/embed/0IDPjn0pTqg?feature=player_embedded' frameborder='0'></iframe></div><div style="text-align: justify;">Algunos escritos en español del filósofo esloveno:</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://www.elortiba.org/zizek.html">http://www.elortiba.org/zizek.html</a></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-19965854222649127732011-02-10T13:19:00.000-08:002011-02-10T13:21:09.607-08:00Murales para jueces y justiciables<div class="s-s" style="line-height: 150%; margin: 14pt 0cm; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://espaciodisecontrahegemonico.files.wordpress.com/2010/04/laberintos-muralismo-mexicano.jpg&sa=X&ei=t0tUTYbHBZGDtgexk4j7Cg&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNH_fOgf1yQB9qshdZ5djoOPfrfNEA" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><img border="0" h5="true" height="216" src="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://espaciodisecontrahegemonico.files.wordpress.com/2010/04/laberintos-muralismo-mexicano.jpg&sa=X&ei=t0tUTYbHBZGDtgexk4j7Cg&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNH_fOgf1yQB9qshdZ5djoOPfrfNEA" width="320" /></span></a></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">¿Transmiten algo todavía los murales a los jueces y justiciables del siglo XXI? Es un hecho que la pintura mural ha sido desde siempre un mecanismo entendido para educar. Durante todo el siglo XX, México se caracterizó por contar con <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>destacados pintores muralistas,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>cuyas temáticas principales oscilaron entre la crítica social y un proyecto educador nacionalista.</span></div><div class="s-s" style="line-height: 150%; margin: 14pt 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Ya en 1910 Gerardo Murillo, mejor conocido como el “Doctor Atl”, manifestó la necesidad de darle a la pintura mural un sentido público, como habían hecho diversas culturas del México prehispánico. David Alfaro Siqueiros era de la misma idea; consignó en 1921, desde Barcelona, el deber de “Construir un arte monumental y heroico, un arte humano, un arte público” dirigido a alimentar el imaginario revolucionario, con el claro objetivo de transformarlo en imágenes educadoras del pueblo.</span></div><div class="s-s" style="line-height: 150%; margin: 14pt 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Años más tarde José Clemente Orozco afirmó:“La forma más alta, más lógica, más pura y fuerte de la pintura, es la mural. Es también la forma más desinteresada, ya que no puede ser escondida para beneficio de unos cuantos privilegiados. Es para el pueblo. Es para todos”. </span></div><div class="s-s" style="line-height: 150%; margin: 14pt 0cm; text-align: justify;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://cuartoscuro.com.mx/revista/wp-content/uploads/2010/09/orozco096.jpg&sa=X&ei=BlFUTcqkLo2jtgesl7XzCg&ved=0CAQQ8wc4HA&usg=AFQjCNE2V-uGdNn-ku0qDx0aJYAHYdS3NQ" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><img border="0" h5="true" height="310" src="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://cuartoscuro.com.mx/revista/wp-content/uploads/2010/09/orozco096.jpg&sa=X&ei=BlFUTcqkLo2jtgesl7XzCg&ved=0CAQQ8wc4HA&usg=AFQjCNE2V-uGdNn-ku0qDx0aJYAHYdS3NQ" width="320" /></span></a></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Fue precisamente José Clemente Orozco quien en 1941 pintó los murales del entonces nuevo edificio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación en lo que fuera el mercado del volador; el motivo: una justicia huyendo en medio de la debacle. La obra no fue del agrado de los ministros, aunque decidieron conservarla, acto considerado como tolerante y liberal. </span></div><div class="s-s" style="line-height: 150%; margin: 14pt 0cm; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Los murales de Orozco en la Suprema Corte de Justicia forman una trilogía que decora los alrededores de una escalera, llevan por título respectivamente <i>Las Luchas Proletarias</i>, <i>La Justicia</i> y <i>Riquezas Nacionales</i>.</span></div><div style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">El edificio de Pino Suárez alberga ahora también otro ciclo pictórico de Luis Nishizawa, un diseño exaltador de la justicia, como aspiración de toda sociedad. </span></div><div style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhORfG8CyV_yAiOkY_0ompJ53_qrnalVNSPxN8zzicdZkuDm9T3u4VdgFjNtv9WoIHeFwKvYQsaLzLqZ87LCgLDN7vXQ0zoLD0e4Vq7CCYjOQi9u03c93ZJqBSUWa2ZW6sWZEnhtIOM1H8/s400/mURALES2AMOP.jpg&sa=X&ei=mlBUTZ8NgpO3B5f1ifgK&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNFjxfDmFmBJC9bCMfpunimLWoBlNA" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><img border="0" h5="true" src="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhORfG8CyV_yAiOkY_0ompJ53_qrnalVNSPxN8zzicdZkuDm9T3u4VdgFjNtv9WoIHeFwKvYQsaLzLqZ87LCgLDN7vXQ0zoLD0e4Vq7CCYjOQi9u03c93ZJqBSUWa2ZW6sWZEnhtIOM1H8/s400/mURALES2AMOP.jpg&sa=X&ei=mlBUTZ8NgpO3B5f1ifgK&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNFjxfDmFmBJC9bCMfpunimLWoBlNA" /></span></a></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Obras más descriptivas, menos críticas, aun cuando encierran un mensaje positivo y tal vez para algunos pueda resultar un aliciente personal o profesional, las de Leopoldo Flores e Ismael Ramos, en las escaleras del fondo del edificio, enfocadas a hacer una interpretación de la historia patria como búsqueda de la justicia social. No sucede lo mismo con los murales de Rafael Cauduro con mayor peso en lo crítico que no dejan indiferente a nadie.</span></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span><br />
<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.procesofoto.com.mx/procesofoto/pf-4829080813scjn8bf-m.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><img border="0" h5="true" src="http://www.procesofoto.com.mx/procesofoto/pf-4829080813scjn8bf-m.jpg" /></span></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">Rafael Cauduro elaboró el mural llamado <i>La historia de la justicia en México</i>, en realidad una antihistoria; imágenes sobre tortura, homicidio, secuestro, violación, cárceles y represión nos recuerdan no los avances conseguidos, sino justamente lo que aún produce una gran preocupación por su presencia constante, en diferentes proporciones. </span></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"></span></div><div style="line-height: 150%; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">La obra de Cauduro fue elaborada en un ángulo del edificio, en el cubo de una de las escaleras del frente, lo cual permitió al artista jugar con la óptica del espectador. Ocho murales relativos a los “siete crímenes mayores”. </span></div><div style="line-height: 150%; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">En la planta baja destaca un <i>tzompantli</i>, o muro de cráneos, que simbolizan por un lado el triunfo en la guerra e inhiben a la vez a los enemigos. Arriba dos murales sobre los crímenes de violación y tortura, más arriba los murales referentes a crímenes como homicidio, represión y secuestro. La idea es simple, llevarnos a<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>reflexionar sobre la criminalidad que cada día nos acecha. </span></div></div><div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 150%;">La justicia nace de una antinomia, no es más común la injusticia, por eso el mural es una contrapropuesta. </span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span style="line-height: 150%;"></span><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 150%;">En la parte superior del mural se encuentran ángeles con lanzas, en cierto sentido, introducidas en el propio mural, invitándonos a interpretarlo positivamente como una expresión de la búsqueda, más elevada, de una solución de esa trágica realidad.</span><br />
<span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 150%;">Tal vez la imagen más llamativa sea la de los archiveros a medio abrir en los que destacan fantasmagóricamente rostros y bustos de personas, filas de expedientes yacen sobre el suelo y hay sangres en distintos puntos, alguna persona relacionada con la administración de justicia me comentó que al mirar ese mural le dio la sensación de sentirse imperiosamente llamada a trabajar pues le representaba el caudal de asuntos que por desidia o formalismo quedaban dejaban en suspenso el anhelo de justicia de muchos; al mismo tiempo relacionaba este mural con el de Orozco en el que se ve una justicia sedada y descuidada, dos murales, de dos épocas distintas que fueron interpretados por una persona, como el llamamiento a ser diligente en su trabajo para lograr una justicia pronta y expedita.</span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><div class="separator" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://www.jornada.unam.mx/2009/07/15/fotos/a05n1cul-2.jpg&sa=X&ei=KEdUTdSiJ8mjtgffutHzCg&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNF7DdgD56gFFKmbmz1fKDkWgDJ7hA" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><img border="0" h5="true" height="213" src="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://www.jornada.unam.mx/2009/07/15/fotos/a05n1cul-2.jpg&sa=X&ei=KEdUTdSiJ8mjtgffutHzCg&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNF7DdgD56gFFKmbmz1fKDkWgDJ7hA" width="320" /></span></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 150%;">Cauduro manifestó en una entrevista: “Es muy importante hacer este tipo de obras donde mucha gente pueda verlas.” Los murales de Cauduro, debe decirse, tuvieron muy buena acogida en la opinión pública y merecieron el reconocimiento a la Suprema Corte como una institución abierta a la crítica.</span></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 150%;"></span></div></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 150%;">En este año en el que a nivel Iberoamericano se ha planteado como tema de reflexión “la educación de los jueces” en México sería conveniente preguntarnos por la educación visual; reflexionar sobre los murales de nuestras sedes judiciales puede ser una opción.</span></div><div class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 150%;">Justo cuando vivimos la resaca del bi-centenario, vienen a nuestra mente imágenes como las del mural <i>Orígenes de la creación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación</i>, ubicado en el ala sur del edificio de la sede central de la Suprema Corte. Este mural fue un regalo de la Secretaría de Educación Pública con motivo del nuevo milenio; su autor, el muralista Héctor Cruz García, narra el origen del Estado mexicano mediante la lucha de Independencia y los hechos fundamentales para la creación de la Nación y de un órgano que sea responsable de hacer cumplir las leyes; además, se encuentran pintados los personajes que han hecho posible la consolidación del Estado mexicano ¿es simplemente un mural para entretener a los visitantes?, ¿pasará lo mismo con los murales de Cauduro cuando nuestra sorpresa acabe?</span></div></div><div class="MsoBodyText" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://www.jornada.unam.mx/2010/09/22/fotos/a04n1cul-1.jpg&sa=X&ei=eFRUTdmkNcrGtgfV2ejnCg&ved=0CAQQ8wc4GQ&usg=AFQjCNEcY-HKRyX-ZOxlaCZh3yxm0hXEpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" h5="true" height="157" src="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://www.jornada.unam.mx/2010/09/22/fotos/a04n1cul-1.jpg&sa=X&ei=eFRUTdmkNcrGtgfV2ejnCg&ved=0CAQQ8wc4GQ&usg=AFQjCNEcY-HKRyX-ZOxlaCZh3yxm0hXEpg" width="320" /></a></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 150%;">Ciertas pinturas puestas en lugares visibles para muchos y de cierta dimensión, son una forma de educación visual, pero también son una forma de expresión y por tanto cada mural es un mensaje abierto, dispuesto para ser interpretado por cada observador. Muchos artistas utilizaron y utilizan una pared </span></div></div><div style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;">para generar conciencia, el último mural pintado en la Suprema Corte, por el ecuatoriano Santiago Carbonell lleva por título <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Caminos de palabras y silencios, de hombres y mujeres, de recuerdos y de olvidos</i>, con un tema de por sí actual, la otredad, el marginado, el mexicano por el que trabaja cada juez, un muy buen mensaje, para buenos entendedores.</span></div></div><div class="MsoBodyText" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 150%;">Finalmente para los que creían que la muralística nacionalista estaba muerta, el Tribunal Federal de Justicia Fiscal y Administrativa estrenó murales de Ariosto Otero, con un claro estilo retro, con total referencia a la muralística mexicana de los 30's y 40's. </span></div><div class="separator" style="clear: both; line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 10pt; text-align: center;"><a href="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://www.tfjfa.gob.mx/DGCS/GaleriaImg/2010/InauguraciondelmuralLosHeroesCaminansobreelTzompantli/PORTADA.JPG&sa=X&ei=y1VUTbDiBcqBtgf1n-mACw&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNGe4FGRmfoC5FuULff8c5yfLnzjCA" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><img border="0" h5="true" height="180" src="http://www.google.com/url?source=imgres&ct=img&q=http://www.tfjfa.gob.mx/DGCS/GaleriaImg/2010/InauguraciondelmuralLosHeroesCaminansobreelTzompantli/PORTADA.JPG&sa=X&ei=y1VUTbDiBcqBtgf1n-mACw&ved=0CAQQ8wc&usg=AFQjCNGe4FGRmfoC5FuULff8c5yfLnzjCA" width="320" /></span></a></div><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif;"><br />
</span><br />
<div style="text-align: justify;"><span style="font-family: Arial, Helvetica, sans-serif; line-height: 115%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Calibri; mso-fareast-language: AR-SA;">Valdría la pena reflexionar si todavía se inflama el espíritu nacional y nos lleva a ser mejores ciudadanos ver a Morelos y a Hidalgo desfilar y nos provoca repugnancia el rozagante burgués que presume un fajo de billetes producto de la explotación laboral. Pero independientemente de esta posible parafernalia simbólica nacionalista trasnochada está la gran cuestión ¿para quién son esos murales?, ¿influyen positivamente sus imágenes en los ánimos de sus trabajadores? o ¿sigue simplemente siendo una forma de generar reverencia en el que pisa esos recintos? Por eso se llama mural, porque frente al gran muro con esa imagen patriótica deberíamos sentir nuestra pequeñez o nuestra grandeza.</span></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-81826603042552261962010-11-23T14:21:00.000-08:002010-11-23T14:32:18.323-08:00Cortesía judicial<div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:jh_KMrElI4rXgM:http://www.lamarihuana.com/" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" height="246" ox="true" src="http://t2.gstatic.com/images?q=tbn:jh_KMrElI4rXgM:http://www.lamarihuana.com/" width="320" /></a></div><div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><br />
</div><div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><br />
</div><div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La narración literaria adereza o endurece </span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">una realidad que, sin embargo, está presente</span></div><br />
<div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Hipólito López se despertó muy temprano esa mañana, más que de costumbre, para tomar a tiempo el autobús. Le esperaban por lo menos dos horas de trayecto a la ciudad. “Habrá que llegar bien tempranito a México para estar a tiempo con el juez –pensó-”. No entendía bien, pero el Lic. Sergio Yoatl le había dicho que finalmente, después de estos 15 años, se iba a liberar el “cumplimiento sustituto”. Siempre había sido avispado y era entendido en los deberes del trabajo (los otros, que lo habían nombrado autoridad ejidal- confiaban en su criterio y le pedían consejo cotidiano), pero esas palabrillas que utilizaba el Lic. no las había jamás escuchado y nadie fue para explicarlas. El Lic. siempre le mostraba los papeles medio doblados, pero él prefería escucharlo porque nunca tuvo la oportunidad de aprender a leer.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Hubo un accidente en la carretera ese día, lo que representó un retraso de por lo menos media hora. No importó tanto, de cualquier forma Hipólito López llegó a las nueve menos diez a las puertas del recinto judicial. El Lic. lo estaría ya esperando en las oficinas del juzgado décimo -pensó- así que se dirigió a la entrada. Tres policías le indicaron dejar sus llaves (que no tenía) y objetos metálicos en un recipiente. El cruzó un arco por donde entraban a paso apresurado los que supuso trabajadores. La prisa seguramente les impidió cruzar miradas, no era como en el pueblo. Dos señores de impecable traje le preguntaron su destino, sin voltear a verlo y con tono frío le "indicaron" esperar. Aún era temprano. Los mismos señores que custodiaban la entrada solicitaron a más de uno que mostrara su credencial, pero nunca voltearon a ver el rostro de los andantes, preocupados por observar su identificación. Dieron las nueve con quince e Hipólito pensó que el Lic. seguramente ya estaría preocupado esperando en el lugar.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Se acercó con cierta timidez; traía su camisa más nueva (obsequio de uno de sus hijos que la había dejado de usar hace un año), pero sintió que debía haber hecho el esfuerzo por conseguir un traje. Los señores de la entrada le volvieron a preguntar por su destino y le cuestionaron más de una vez si tenía cita. Preguntó por el juzgado décimo y le señalaron, sin palabras, el directorio de pared. Les advirtió que no sabía leer, pero no lo escucharon más. Algún personal de intendencia se encontraba por ahí e Hipólito solicitó su ayuda. Aquel intendente, que había recibido un regaño por la mañana por haber dirigido la palabra a un magistrado el día anterior, leyó de mala gana y le indicó el piso del juzgado a Hipólito.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Hipólito prefirió subir por las escaleras y preguntar en la primer ventanilla que encontró. Tardó un poco para que lo vieran porque ya había un joven entregando dos cajas de papeles escritos que revisaban y recibían concentradamente dos trabajadores del lugar. Finalmente preguntó y lo enviaron, sin verle a los ojos, a la ventanilla de enfrente. Allí Hipólito preguntó por el asunto de su ejido, no lo comprendieron y le solicitaron su número de expediente; preguntó por su "cumplimiento sustituto" y por el Lic. Yoatl, pero insistieron con el número de expediente; finalmente lo enviaron al interior del juzgado, a una oficina en la que la Lic. Sánchez, Secretaria de juzgado, le informaría sobre "su asunto". La Secretaria Esperanza Sánchez lo recibió, pero tenía la preocupación de terminar de acordar unos expedientes que una reforma fiscal había hecho multiplicarse. Antes de las 11, cuando llegara el juez, era el plazo para terminar. Hipólito tuvo que esperar afuera donde se le indicó por 40 minutos más. El Lic. Yoatl llegó a las 10 y veinte y saludó a Hipólito rápidamente, ingresando al juzgado para ver a la Secretaria Sánchez. Había que esperar al juez por un rato más.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Ese día Hipólito no vio al juez. Sí recibió el “cumplimiento sustituto” (un cheque por las tierras despojadas) junto con dos gritos de un Licenciado que molesto porque no podía pasar en su ir y venir de expedientes con Hipólito ahí plantado, terminó por llamarlo entre dientes "estorbo apestoso". Al salir del recinto, al medio día, recuperó su credencial y vio en el estacionamiento exterior una gran cantidad de coches con placas brillantes y escudos nacionales. Dos años después Ignacio, indígena oaxaqueño, vio cosas muy semejantes en el centro de la ciudad, cuando por causa de un asunto judicial tuvo que asistir al recinto de la Suprema Corte de Justicia de la Nación. Los elegantes trabajadores que le tocó ver pasar, conservaron sus rostros altivos y tampoco lo miraron nunca a los ojos. Hipólito e Ignacio tuvieron mala suerte en esas ocasiones, les toco lidiar, seguramente(¿?), con la excepción.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">En su novela <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El proceso</i>, Franz Kafka incluye un breve relato publicado anteriormente bajo el título "Ante la ley"<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[1]</span></span></span></span>. En éste, un campesino pretende acceder a la ley, pero la puerta de acceso está custodiada por un guardián que dilatará su entrada hasta que finalmente el campesino muere. La narración contiene una crítica llena de simbólicas alusiones a las deficiencias estructurales de la impartición de justicia, tal como lo interpreta en terminología más extensiva Ilario Belloni<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[2]</span></span></span></span>. No sólo duele en la historia la imposibilidad de acceder a la ley (o a los "derechos" diría Belloni), sino que existe una agravante. Duele doblemente tener la promesa de acceso, una puerta abierta a la que nunca se terminará de acceder, convirtiéndose así, más que en esperanza, en engaño. El engaño al campesino de Kafka es evidente, pero el propio Kafka en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El proceso</i> distingue otro engaño: aquel en el que se encuentra el guardián. El guardián se concibe a sí mismo como “poderoso” y desde luego ajeno al campesino. Cree que su poder deriva de algo abstracto (la ley) y ajeno a aquel al que se encuentra destinado a servir y cree también en que la propia promesa de entrada, el brillo de la ley en el fondo, es ya un cumplimiento de la misma y una dádiva para el campesino, de ahí que le recrimine “Eres insaciable”.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">El cuento de Kafka implica reflexiones mucho más amplias que las relativas a lo que el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código Iberoamericano de Ética Judicial</i> identifica como el principio de cortesía judicial. No obstante, tanto la crítica kafkiana como el principio de cortesía judicial parecen tener una noción que sirve de base común: la consideración del otro ser humano, la conciencia de la dignidad de las otras personas. El artículo 49 del Código mencionado señala que “la cortesía es la forma de exteriorizar el respeto y consideración que los jueces deben a sus colegas, a los otros miembros de la oficina judicial, a los abogados, a los testigos, a los justiciables y, en general, a todos cuantos se relacionan con la administración de justicia”. Pero el “respeto” y la “consideración” pueden ser cuestiones difíciles de determinar y, en definitiva, relativas para cada sujeto.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;"><span style="color: black;">El respeto hacia otra persona, por ejemplo, ¿podría cumplirse simplemente con adecuar nuestra conducta a lo que nos ordenan las leyes, o a lo que nos dicta el derecho? Para muchos la respuesta sería afirmativa. Si se admite la tesis de que el derecho es el mínimo ético, o la normatividad mínima para permitir la vida en sociedad, entonces aquello que llamamos derecho no es sino la manifestación de lo que se identifica en Stuart Mill como el “principio de daño”<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[3]</span></span></span></span>. El derecho se vuelve el mecanismo que permite que la libertad de los individuos se limite si, y sólo si, amenaza con afectar la libertad de otro individuo<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[4]</span></span></span></span>. Podemos hacer lo que queramos legítimamente, siempre y cuando eso no afecte a otro. Si enfatizamos así el derecho subjetivo e individual(ista) de cada uno, desde luego que llegaríamos a afirmar con Robert Nozick un Estado mínimo y un convencimiento sincero respecto a “que el Estado no puede usar su aparato coactivo con el propósito de hacer que algunos ciudadanos ayuden a otros o para prohibirle a la gente actividades para su <i style="mso-bidi-font-style: normal;">propio</i> bien o protección”<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[5]</span></span></span></span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Esta lógica de entender el respeto refleja que el individuo es muy consciente de sí mismo (y de sus derechos) pero se vuelve un tanto inconsciente de los otros. La consciencia que se tiene de los otros se limita a saber que no tengo que estorbar su libertad y que son un peligro latente para la mía. El problema es pues, que no se puede “considerar” a aquello de lo que se es inconsciente, y esto es una especie de ceguera, un hablar sin ver a los ojos. Si no atendemos a la realidad y circunstancia particular de cada una de las otras personas, nuestro respeto hacia ellas no implica realmente tenerlas en cuenta, ser conscientes de su dimensión personal.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Frente a la “lejanía” e “irrealidad” (ficción al cabo) de los relatos, se puede aludir a un ejemplo más cercano y “trivial”. Algunas oficinas administrativas<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[6]</span></span></span></span> al interior de la institución judicial tienen un eficiente sistema de recepción de oficios, enmarcado en un estricto horario. Quince minutos después del cierre, o antes del inicio implican una imposibilidad de recepción de documentos. No es extraordinario que algunas oficinas, ubicadas físicamente en otro edificio, necesiten enviar oficios o comunicaciones a las oficinas mencionadas. Tampoco es extraño que algunas oficinas no cuenten con algún personal exclusivamente dedicado a la mensajería. Entonces, seguramente más de un servidor judicial, que a su vez tiene que cumplir un horario de trabajo, ha tenido que sortear el problema de la entrega de oficios en tiempo. Un retardo de veinte minutos en el horario de entrega puede implicar la no recepción o la recepción a regañadientes del documento. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">¿Tiene esto que ver con el respeto? Si se asume la noción de respeto antes aludida, muy probablemente la respuesta ha de ser negativa. Pero si unimos a la noción de respeto la de “consideración”, y a esta última la de “consciencia”, pareciera que el respeto a que alude el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código Iberoamericano de Ética Judicial</i> puede implicar algo más que el simple cumplimiento de las reglas. El propio Código da una pista respecto a esta interpretación. En él, como en diversa doctrina<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[7]</span></span></span></span>, se ha insistido que la ética judicial “…supone rechazar tanto los estándares de conducta propios de un ‘mal’ juez, como los de un juez simplemente ‘mediocre’ que se conforma con el mínimo jurídicamente exigido” (Exposición de motivos, punto III)</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Esta es la razón por la que la cortesía judicial “tiene su fundamento en la moral” (art. 48 del Código Iberoamericano), es un asunto que incide en la ética judicial. Para Nozick esto quizá es ilegítimo y atentatorio de los derechos subjetivos del individuo. Según él no se puede exigir al individuo tener consideraciones con el otro, ser consciente de él, si el individuo simplemente no quiere hacerlo (en ejercicio de su absoluta y legítima libertad). ¿Por qué plantearse entonces algo así como una dimensión ética que pretenda pedir más de cada servidor judicial?, ¿por qué se tiene que pedir tener consideración, respeto en los términos más amplios de la ética, para con los demás?</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Porque el ser humano tiene una dimensión social y como tal, funcionan en él mecanismos de interacción en comunidad. Negarse a ser consciente de la realidad personal de los otros seres humanos, de su dignidad, es no sólo negarse a ver algo que está ahí, mostrándose a cada día; es también negarse a ver un poco de nosotros mismos. La ética no es un capricho, es resultado de la propia condición humana, libre y social.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Ser consciente del otro ser humano como persona es no sólo verlo como un dato o desde la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">tabula rasa</i> del frío racionalismo, sino verlo auténticamente como nosotros mismos nos percibimos. Por eso, la “consideración” a la que alude el Código exige flexibilidad en el criterio, atendiendo a las circunstancias y siendo consciente de la realidad de la otra persona. </span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 18pt; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La cuestión no es sencilla, tanta consideración merece el servidor que ha tenido que sortear tráfico y que ha dejado de comer ese día por entregar a tiempo el oficio (y que llega, sin embargo, con veinte minutos de retraso), como el servidor que cierra la recepción de documentos a la hora fijada pues debe salir, sin demora, a recoger diariamente a su hijo de la escuela o llegar a tiempo a su clase de maestría al otro lado de la ciudad. La solución, sin embargo, parece más viable si existe el respeto y la consideración de uno y otro, en definitiva, la cortesía judicial.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La falta de cortesía hacia los demás no es exclusiva del ámbito judicial; podría decirse incluso que es un problema endémico de nuestra sociedad, envuelta en la dinámica del “individualismo posesivo”<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[8]</span></span></span></span>. Pero la ética judicial insiste fundamentalmente porque ha de superar el engaño en el que incurre el guardián de Kafka: el servidor judicial (como todo servidor público en realidad) no es ajeno a las personas a las que presta sus servicios (incluyendo sus compañeros), pues en tanto <b style="mso-bidi-font-weight: normal;"><i style="mso-bidi-font-style: normal;">servidor</i></b> establece una relación, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">debe</i> a las personas una función y un modo específico de ejercerla.</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Esta idea sostiene la fuerza del principio de cortesía judicial. Sostiene la normativa ética que hace alusión al principio, no sólo el Código Iberoamericano, sino la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Carta de Derechos de las Personas ante la Justicia en el Espacio Judicial Iberoamericana</i> (por ejemplo: “10. Todas las personas<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>tienen derecho a ser atendidos, dentro del plazo adecuado, de forma respetuosa y adaptada a sus circunstancias psicológicas, sociales y culturales”); el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código Modelo de Ética Judicial para impartidores de justicia de los Estados Unidos Mexicanos</i> (“Artículo 12… PRUDENCIA… Conducirse con respeto, cortesía y urbanidad en el desarrollo de sus funciones… Evitar actitudes que denoten alarde de poder o prepotencia”); el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código de Ética del Poder Judicial de la Federación</i> (“4.13. Trata con amabilidad y respeto a los justiciables” y “5.10. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Respeto</i>. Se abstiene de lesionar los derechos y dignidad de los demás”), e incluso el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código de Ética del Tribunal Superior de Justicia del Distrito Federal</i> (“24. TOLERANCIA. El servidor público debe actuar con indulgencia, comprensión, paciencia y calma con las personas que tenga relación con motivo del ejercicio de su cargo”)</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Esta es también la idea que sostiene la actualización de todos estos principios en la Resolución 01/2010 de la Comisión Nacional de Ética Judicial que puntualiza enfáticamente: “[es]… principio ético que el Juez debe obligarse a cumplir por sí mismo, el trato respetuoso a los justiciables, actuación indulgente, sin la prepotencia que humilla a los gobernados y lastima su dignidad humana, esto es, con cortesía, no sólo como rasgo de buena educación, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">sino porque el Juez es un servidor del pueblo y está obligado a ello desde el punto de vista jurídico y desde el punto de vista moral</i>.”</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">Si fuera verdad, lo que es cuestionable, la categórica afirmación de Nozick de que nadie puede exigir a otro que sea solidario con un tercero sin violentar su libertad (sus derechos), o en los términos de este caso, nadie puede exigir al servidor judicial que sea amable y cortés con los otros, sus compañeros y los justiciables, sin exigirle algo a lo que nadie está obligado; aún valdría la observación de la citada resolución 01/2010 de la Comisión Nacional de Ética Judicial: “Nadie está obligado a ser valiente como para lidiar con un toro bravo, pero el que es torero y ha firmado un contrato, tiene que hacerlo. Nadie está obligado a tratar con cortesía y corrección a los demás, pero el Juez [el servidor público en general], que es Juez porque él mismo así lo quiso, tiene la obligación jurídica o el auto-deber ético de servir a los justiciables con amabilidad y cortesía”</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><br />
</span></div><div class="MsoNormal" style="line-height: 150%; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black; font-family: "Times New Roman", "serif"; line-height: 150%; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-size: 12.0pt;">La cortesía judicial (con Hipólito, Ignacio, el campesino kafkiano, el servidor que recibe oficios y con el que entrega los mismos), no se entiende ni se entenderá si no se comprende a su vez que; “Entre el uno que soy yo y el otro del cual respondo, se abre una diferencia sin fondo, que es también la no-in-diferencia de la responsabilidad… No-in-diferencia que es la proximidad misma del prójimo, por la cual sólo se perfila un fondo de comunidad entre el uno y el otro, la unidad del género humano, debida a la fraternidad de los hombres”<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[9]</span></span></span></span> o bien que “En cada momento de su quehacer [el juzgador/el servidor judicial] está consciente de que las leyes se hicieron para servir al hombre, de modo tal que <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la persona</i> [no en abstracto, sino concretamente]<i style="mso-bidi-font-style: normal;"> constituye el motivo primordial de sus afanes</i>” (5.1. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Humanismo</i>, Código de Ética del Poder Judicial de la Federación)</span></div><div style="mso-element: footnote-list;"></div><div style="mso-element: footnote-list;"></div><div style="mso-element: footnote-list;"><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[1]</span></span></span></span></span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-size: x-small;"> El cuento “Ante la ley” y un fragmento animado de la adaptación cinematográfica de Orson Wells de <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El proceso</i> de Franz Kafka (1962), donde se narra esta historia puede verse al final de esta entrada.</span></span></span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[2]</span></span></span></span></span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-size: x-small;"> BELLONI, Ilario, “Delante a los derechos. Divagaciones kafkianas en torno a la ‘jurisprudencia de los derechos’”, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Estudios comparados sobre jurisprudencia</i>, SCJN, México, 2009, pp. 135-164.</span></span></span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[3]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">“Tan pronto como cualquier aspecto de la conducta de una persona afecte perjudicialmente los intereses de otro, la sociedad tiene jurisdicción para intervenir… En todos los demás casos, debe haber perfecta libertad, legal y social, para ejecutar cualquier acción y asumir las consecuencias” STUART MILL, John, “On liberty”, en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Utilitarianism; On liberty; Essay on Bentham</i>, Meridian Books, Inglaterra, 1962, pp. 205 y 206 (traducción libre).</span></span></span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[4]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"> </span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Esta es de hecho la definición kantiana del Derecho: “el derecho es el conjunto de condiciones bajo las cuales el arbitrio de uno puede conciliarse con el arbitrio del otro según una ley universal de la libertad… Una acción es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">conforme a derecho</i> (<i style="mso-bidi-font-style: normal;">recht</i>) cuando permite, o cuya máxima permite a la libertad del arbitrio de cada uno coexistir con la libertad de todos según una ley universal” (KANT, Immanuelle, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Metafísica de las costumbres</i>, traducción de Adela Cortina y Jesús Conill, 4ª edición, Tecnos, Madrid, 2008, p. 39), qué podría llevar a una interpretación radical de la filosofía jurídica del pensador alemán si se tomará de manera aislada y se dejará de lado todo su pensamiento ético.</span></span></span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[5]</span></span></span></span></span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-size: x-small;"> NOZICK, Robert, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Anarquía, Estado y Utopía</i>, traducción de Rolando Tamayo, FCE, México, 1990, p. 7.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></span></span></span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-font-family: "Times New Roman"; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[6]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span lang="EN-US" style="mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-family: Arial;"> </span></span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">No se alude aquí a la recepción de documentos en el ámbito jurisdiccional que implica, más allá de exigencias éticas, una responsabilidad jurídica para los servidores en relación a los horarios de servicio.</span><span style="mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[7]</span></span></span></span></span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-size: x-small;"> Solo por mencionar la más explícita al respecto: VIGO, Rodolfo Luis, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Conferencia magistral “Responsabilidad ética del funcionario judicial”</i>, Serie Ética Judicial, 13, SCJN, México, 2007, p. 23.</span></span></span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[8]</span></span></span></span></span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-size: x-small;"> Alusión al título del libro de MACPHERSON, Crawford, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Teoría Política del Individualismo Posesivo</i>. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">De Hobbes a Locke</i>, Trotta, Madrid, 2005.</span></span></span></div></div><div id="ftn9" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="color: black;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="EN-US" style="font-family: "Times New Roman", "serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: EN-US; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: Arial; mso-fareast-language: ES-MX;">[9]</span></span></span></span></span><span style="font-family: "Times New Roman", "serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"><span style="font-size: x-small;"> LEVINAS, Emmanuel, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Humanismo del otro hombre</i>, quinta edición, Siglo XXI, México, 2005, p. 12</span></span></span></div></div></div><br />
<object height="385" width="480"><param name="movie" value="http://www.youtube.com/v/kpoPQv9APSg?fs=1&hl=es_MX"></param><param name="allowFullScreen" value="true"></param><param name="allowscriptaccess" value="always"></param><embed src="http://www.youtube.com/v/kpoPQv9APSg?fs=1&hl=es_MX" type="application/x-shockwave-flash" allowscriptaccess="always" allowfullscreen="true" width="480" height="385"></embed></object>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-42690934470962424042010-10-19T11:00:00.000-07:002010-10-19T13:09:27.035-07:00INDEPENDENCIA Y REVOLUCIÓN. EN LA CULTURA DEL JUEZ MEXICANO CONTEMPORÁNEO<b><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"></span></b><br />
<div align="right" class="MsoNormal" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span lang="ES" style="font-family: "Berlin Sans FB", "sans-serif"; font-size: 14pt;">“Que todo aquel que se queje con justicia, </span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span lang="ES" style="font-family: "Berlin Sans FB", "sans-serif"; font-size: 14pt;">tenga un tribunal que lo escuche, ampare y </span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span lang="ES" style="font-family: "Berlin Sans FB", "sans-serif"; font-size: 14pt;">defienda contra el fuerte y el arbitrario”</span></div><div align="right" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: right;"><span lang="ES" style="font-family: "Berlin Sans FB", "sans-serif"; font-size: 14pt;">José María Morelos y Pavón</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Más allá de celebraciones y verbenas, de eventos legitimadores, protocolos formalistas y proyectos mercadológicos, el bicentenario de la independencia y el centenario de la revolución son ocasiones convenientes para la reflexión. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Raíz y Conciencia</i> ha considerado pertinente en esta ocasión formular este número especial, ligando a la consideración histórica de estos movimientos algunas reflexiones que suscitan en el campo de la jurisprudencia y de la ética judicial.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">Las imágenes pueblan el ideario colectivo y despliegan identidades. Lo mismo el “siervo de la nación” que el “buitre viejo” entran a la escena de la historia y acuden con sus trajes y atavíos. Pero fue la independencia, ¿independencia del indígena y del mestizo?, fue la revolución, ¿revolución del proletario y el campesino? En su obra <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1984</i>, George Orwell inscribe en el desarrollo de su historia esta sugerente provocación “Quien controla el pasado –decía <i style="mso-bidi-font-style: normal;">el slogan</i> del Partido-, controla el futuro. Quien tiene potestad sobre el presente, la tiene sobre el pasado”<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span> y detalla el proceso: </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 30.8pt 0pt 42.55pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 30.8pt 0pt 42.55pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt;">Por ejemplo, en el ejemplar <i style="mso-bidi-font-style: normal;">del día </i>17 de marzo se decía que el Gran Hermano, en su discurso del día anterior, predijo que el frente de la India Meridional continuaría calmo, y que a su vez, se desencadenaría una ofensiva eurasiática en África del Norte en escaso tiempo. Desde que el alto mando militar de Eurasia había desplegado una ofensiva en la India del Sur y no había atacado África del Norte, era necesario reescribir nuevos párrafos del discurso del Gran Hermano, a fin de hacer coincidir la predicción con lo que en realidad había sucedido<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold;">Tiempo después, en nuestro contexto y sobre nuestro pasado, Miguel León Portilla aludiría a la <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Visión de los vencidos</i> y con ello a la conciencia de que la historia puede ser parcializada en la formación de símbolos. En el caso mexicano el uso de imágenes e imaginarios para apelar a una identidad es recurrente. Las conmemoraciones cívicas de la Independencia (1810) y la Revolución (1910) dan ciertas muestras de este mecanismo. Rara vez se reflexiona a profundidad sobre las condiciones precedentes y subsecuentes a los movimientos. Instrumentos de difusión de cultura como la televisión, el cine y la literatura forman el imaginario colectivo a la vez que son erróneamente desplazadas de la crítica académica y a partir de ahí, las brechas se abren. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold;">El funcionamiento de las instituciones se distancia de la percepción popular y viceversa. Es claro que detrás de todo esto hay un proyecto político, las imágenes intentan simbolizar cuál debe ser el mensaje que al final debe quedar en la conciencia histórica. Además, a lo largo de la historia las imágenes van simbolizando mensajes diferentes e incluso descontextualizados. Algunos ejemplos pueden ser ilustrativos: </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span><span style="mso-spacerun: yes;"> </span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold;"><span style="mso-spacerun: yes;"><img border="0" ex="true" height="309" src="http://www.mexicomaxico.org/zocalo/images/CamaraMuroPatria.jpg" width="320" /></span></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: center;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold;"><a href="http://i2.esmas.com/2010/08/05/135786/pleno-de-la-suprema-corte--300x350.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" ex="true" height="320" src="http://i2.esmas.com/2010/08/05/135786/pleno-de-la-suprema-corte--300x350.jpg" width="274" /></a></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold;">La emblemática frase de Vicente Guerrero se ha vuelto bandera. Su imaginario recorre las salas públicas, acompañando los trabajos de legisladores y jueces en todo el país: "La Patria es Primero". Posiblemente pocos conocen el contexto en la que fue dicha, por lo que una lectura descontextualizada podría tener como resultado justificar un Estado de excepción y la limitación de derechos. Cómo entender la virtud judicial del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">patriotismo</i> (art. 5.6 del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código de Ética del Poder Judicial de la Federación</i>) si no se entiende desde el inicio la auténtica relevancia del servicio judicial en la excelencia y si no se antepone la dignidad de las personas como fundamento de la propia ética judicial.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold;">Estas nociones pueden rastrearse en el mismo movimiento independentista. Por ejemplo, lo que al parecer lleva a </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">José María Morelos y Pavón a la promoción de un órgano jurisdiccional es ante todo la noción de justicia social, lo que proyecta en una idea clara de lo que debía ser la impartición de justicia en el contexto de una nueva <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Constitución</i>. En la fundación de la Provincia de Techan, en 1811, se encarga de establecer un “juez de conquista” para aquellos “que no tuvieren juez que les administre justicia o quisieran apelar de ella a Superior Tribunal”[3]</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">Desde luego la intención es contar con un tribunal máximo de casación establecido por la nueva autoridad pública, pero también, en el fondo esta el móvil de establecer un mecanismo para garantizar los derechos de los gobernados, cuestión que se evidencia en su célebre declaración: “…que todo el que se queje con justicia tenga un tribunal que lo escuche, lo ampare y lo defienda contra el arbitrio”[4].</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">En otra ocasión, Morelos señala: “el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">poder judicial</i> lo reconocerá el Congreso en los tribunales actualmente existentes, cuidando no obstante, de reformar el absurdo y complicado sistema de los tribunales españoles”[5]. La nueva administración de justicia, es decir, el cuerpo burocrático, los jueces menores, seguirían siendo los mismos, lo que interesaba era crear el tribunal que encabezara y materializara ese <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Poder Judicial</i>. </span></div><div class="Normal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="Normal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Existe además en Morelos una preocupación relevante en torno al acceso a la justicia y al debido proceso, cuestión que no sólo ha sido fortalecida en la actualidad vía jurisprudencial, como lo reflejan las tesis 1a.CXCVI/2009 de rubro “<b>ACCESO A LA JUSTICIA. SUS ALCANCES</b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">”,</span> I.4o.A.705 A de rubro “<b style="mso-bidi-font-weight: normal;">ACCESO A LA JUSTICIA. LA IMPROCEDENCIA DE LA VÍA ELEGIDA POR EL ACCIONANTE, DEBIDO A LA INCOMPETENCIA DEL ÓRGANO JURISDICCIONAL INSTALADO, NO DEBE TRASCENDER EN DENEGAR UNA SOLUCIÓN JUDICIAL EFECTIVA</b>” y I.4o.A.91 K de rubro “<b>CONTROL DE CONVENCIONALIDAD. DEBE SER EJERCIDO POR LOS JUECES DEL ESTADO MEXICANO EN LOS ASUNTOS SOMETIDOS A SU CONSIDERACIÓN, A FIN DE VERIFICAR QUE LA LEGISLACIÓN INTERNA NO CONTRAVENGA EL OBJETO Y FINALIDAD DE LA CONVENCIÓN AMERICANA SOBRE DERECHOS HUMANOS”</b><span style="mso-bidi-font-weight: bold;">, sólo por mencionar algunos ejemplos inmediatos</span>, o bien, como lo proyecta en el ámbito interamericano el voto razonado del entonces juez de la Corte Interamericana Sergio García Ramírez, en el caso <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Fermín Ramírez vs. Guatemala</i>, del 18 de junio de 2005.</span></div><div class="Normal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span style="font-family: Arial;">Preocupación esta que se extiende también en la actualidad al campo de la ética judicial por ejemplo, en los principios de “motivación” (arts. 18 a 27) y “cortesía” (arts. 48 a 52) que rescata el <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código Iberoamericano de Ética Judicial.</i><b></b></span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; mso-layout-grid-align: none; text-align: justify;"><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Pero el </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">proyecto jurídico-político de Morelos no se quedó en las expresiones discursivas sino que buscaba aterrizar en el texto constitucional de 1814, que se conoce como la Constitución de Apatzingán, en cuyo capítulo “De las supremas autoridades” menciona</span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold;">: </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">“Permanecerá el cuerpo representativo de la soberanía del pueblo con el nombre de Supremo Congreso Mexicano. Se crearán, además, dos corporaciones, la una con el título de Supremo Gobierno, y la otra con el de Supremo Tribunal de justicia.” (art. 44) </span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX; mso-bidi-font-weight: bold;">Este órgano que debía presidir el poder judicial, [6], estaría integrado por cinco personas, número que podría aumentarse si así lo determinaba el Congreso y según lo requirieran las circunstancias (Art. 181). Los miembros del Tribunal serían renovados cada tres años en la forma siguiente: “en el primero y en el segundo saldrán dos individuos, y en el tercero uno: todos por medio de sorteo, que hará el Supremo Congreso” (Art. 183). Además, habría dos fiscales letrados, uno para lo civil y el otro para lo criminal (Art. 184), al Tribunal se le daría el tratamiento de Alteza y a sus integrantes el de Excelencia, pero sólo durante el tiempo de la comisión; los fiscales y secretarios durante su ejercicio deberían ser llamados bajo el título de “su Señoría”. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">El establecimiento normativo avanzó a la instauración institucional, a lo que siguió el funcionamiento y su recepción social. El Supremo Tribunal, asentado en Ario, Michoacán, comienza a funcionar oficialmente el 7 de marzo de 1815. Durante su vida institucional despachó asuntos de diversa índole, como: causas instruidas contra altos funcionarios del gobierno, causas en segunda, o tercera instancia de resoluciones de tribunales inferiores y cuestiones sobre competencia de éstos. Pero su función más importante fue la de ratificar en su nombramiento a los representantes de los otros dos Poderes, con lo que tuvo en sus manos la legitimidad del gobierno insurgente. Un ejemplo, en el que se rescata la solicitud de José Trinidad, gobernador indígena de San Francisco Tuzantla, puede servir de muestra: </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 30.8pt 0pt 42.55pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Muy poderoso señor:</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 30.8pt 0pt 42.55pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-weight: bold;">José Trinidad indio gobernador y común de naturales del pueblo y cabecera de San Francisco Tuzantla, comparecemos ante V.A. y decidimos que por cuanto hallarnos tan en sumamente pobres y sin tierras donde poder destender y agregar a más naturales para abundancia de nuestro pueblo porque aunque en tiempo de los europeos teníamos despacho para que se nos diera posesión nunca se verificó y esto nos ha hecho preciso ponernos a las plantas de V.A. para que se sirva de mandar se nos den dos potreros que son San Juan de Dios y San José que no se ofende a la Hacienda de Tiritipío ni a la de San Antonio para tener amplitud de poder sembrar y por tanto: A V.A., suplicamos se sirva de hacer como pedimos y para que conste lo firmo por el gobernador y común.</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 30.8pt 0pt 1cm; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-weight: bold;">José Ma. de Acosta</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 30.8pt 0pt 1cm; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-weight: bold;">(rúbrica)</span></div><div align="center" class="MsoNormal" style="margin: 0cm 30.8pt 0pt 1cm; text-align: center;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 11pt; mso-bidi-font-weight: bold;">Escribano de la República.[7]</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Esta simple petición, deja entrever la distancia entre la institución formal y el imaginario social, pues en ella persiste un concepto de gobierno novohispano en donde las facultades, producto de la división de poderes, no son aun asumidas. Si bien los estudiosos han podido encontrar en la Constitución de Apatzingán el reflejo de los ideales del movimiento francés de 1789 y de su Declaración de derechos (fundamentalmente del artículo 16 que inaugura la estructura de la Constitución moderna), la praxis del México de 1814 proyecta otra realidad. El gobernador de San Francisco Tuzantla recurre a las nuevas autoridades, el Supremo Congreso y el Supremo Tribunal, con la intención de que cualquiera de ellas le resuelva un problema de dotación de tierras o mejor dicho de ejecución de un “despacho”, como él mismo lo manifiesta. Ante ello, el Supremo Tribunal deje en manos del Supremo Congreso la contestación a esta demanda en el sentido de que se “Ocurra al Intendente de Provincia para que les administre justicia en lo que la tuvieren, otorgando las apelaciones que se interpongan para este Supremo Congreso” lo que hace suponer que el mismo Congreso podría servir como una instancia judicial revisora aún con conocimiento del mismo Supremo Tribunal. Se presume pues, que los miembros del Supremo Gobierno no asumían tan irrestrictamente como la teoría hace pensar el principio de división de poderes, cuestión justificable si se contextualiza bajo el esquema de funcionamiento anterior, en que existía una cierta mezcla de funciones. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
<span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">En este problemático contexto, los primeros jueces nacionales tuvieron que sortear una serie de inconvenientes para llevar a cabo su función; durante todo el siglo XIX ser juez requirió de gran entereza pues los sueldos a veces eran inexistentes, las distancias que cubrir enormes, y generalmente debía lidiarse con cambios de gobierno repentinos. El juez mexicano requirió desde la insurgencia de mucha fortaleza, y en este sentido, desplegaba otra más de las virtudes judiciales, que es además una de las cuatro denominadas virtudes cardinales. Pero esta virtud de la fortaleza (art. 5.5 del Código de Ética del Poder Judicial de la Federación) supone necesariamente el despliegue de otras virtudes, fundamentalmente de la justicia y la prudencia<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span>, pero también es baluarte de la independencia judicial que toda normativa ética reconoce. Nuevamente, esta nota despliega un imaginario requerido como función preformativa, como lo reflejan en nuestros días alusiones como la del juez Hércules de Dworkin. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">A la frase de Guerrero entonces, se tiene que agregar una profunda reflexión respecto de qué o quién es <i style="mso-bidi-font-style: normal;">la Patria</i>. Más allá de la erudición, al parecer la Patria no es precisamente el Estado, si tomamos en serio el conjunto de evidencias históricas que hemos recurrido. La Patria es algo más, algo que tiene que ver con el pueblo y con la justicia que reclama. La virtud judicial del patriotismo del <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Código de Ética del Poder Judicial de la Federación</i> no se entiende sin las virtudes del compromiso social (5.7) y del respeto (5.10) rescatadas por el mismo código. Desde luego también, entran en juego la independencia judicial, la fortaleza, la prudencia y la justicia como eje rector.</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Pero junto a la de Patria, que hemos acercado en el contexto a la noción de pueblo, la idea de nación se vuelve central. Retornando al imaginario, ya en el movimiento revolucionario la idea de Nación está tan presente que terminará por proyectarse en la propia Constitución de 1917. </span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">El juramento que presta todo servidor público aparece como una herencia de este ímpetu. El artículo 87 Constitucional define los términos precisos de la protesta presidencial: “PROTESTO GUARDAR Y HACER GUARDAR LA CONSTITUCIÓN POLÍTICA DE LOS ESTADOS UNIDOS MEXICANOS Y LAS LEYES QUE DE ELLA EMANEN, Y DESEMPEÑAR LEAL Y PATRIOTICAMENTE EL CARGO DE PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA QUE EL PUEBLO ME HA CONFERIDO, MIRANDO EN TODO POR EL BIEN Y PROSPERIDAD DE LA UNIÓN, Y SI ASI NO LO HICIERE <b><i style="mso-bidi-font-style: normal;">QUE LA NACION ME LO DEMANDE</i></b>”</span></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjitdb7dpgY11vnQ2gk4HY5qyolmiJh8sMHXHdJe37vRVEe2_8zHlMkSkyL1m3Dlfv5suLslNJ1mK3dc-JEFwrXvQBcp-CZYw9qgBzj_C9XJ1qvdT5F4bq7_BXTxuUXaC-cc_rAzt-Iv-ap/s1600/Patria+mexicana+(2).jpeg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" ex="true" height="320" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjitdb7dpgY11vnQ2gk4HY5qyolmiJh8sMHXHdJe37vRVEe2_8zHlMkSkyL1m3Dlfv5suLslNJ1mK3dc-JEFwrXvQBcp-CZYw9qgBzj_C9XJ1qvdT5F4bq7_BXTxuUXaC-cc_rAzt-Iv-ap/s320/Patria+mexicana+(2).jpeg" width="239" /></a></div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><br />
</div><div class="MsoNormal" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-bidi-font-weight: bold;">Pero nuevamente, como en el caso de la Patria, surge la interrogante de qué o quién es la Nación<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span>. En el contexto revolucionario juegan distintos imaginarios. Uno interesante es el proyectado dos décadas después del movimiento revolucionario. Si en sus precedentes los “revoltosos magonistas” clamaban por la tierra para los <em>pueblos</em><span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span> y el dicho zapatista era muy bien entendido “la tierra es para quien la trabaja”, dando sentido genuino al artículo 27 constitucional, para 1935 la referencia a la Nación no era esencialmente dirigida al “pueblo”, sino al propio Gobierno Federal, como puede derivarse de la tesis aislada de la Quinta época de rubro “<b>PROPIEDAD PRIVADA, MODALIDADES A LA</b>”<span class="MsoFootnoteReference"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 12pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-font-weight: bold; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span>. A este limitado imaginario, puede hoy anteponerse no sólo la idea de Nación como noción cercana al pueblo, sino la virtud judicial del Humanismo (5.1 del Código de Ética del Poder Judicial de la Federación), que refleja cómo la función jurisdiccional ha de tener al ser humano como “motivo primordial de sus afanes”.</span></div><div style="mso-element: footnote-list;"><br />
<hr align="left" size="1" width="33%" /><div id="ftn1" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[1]</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;"> ORWELL, George, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">1984,</i> 3ª edición, traducción J. A. Silva Villar, Tomo, México, 2006, <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>p. 41.<i style="mso-bidi-font-style: normal;"></i></span></span></div></div><div id="ftn2" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[2]</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;"> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Ibidem</i>, p. 45 y 46.</span></span></div></div><div id="ftn3" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; text-transform: uppercase;"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES; text-transform: uppercase;">[3]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; text-transform: uppercase;"> Lemoine Villicaña, </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">Ernesto, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Morelos</i>, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">su vida revolucionaria a través de sus escritos y de otros testimonios de la época</i>, UNAM, México, 1965, Documento 25, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Proclama del teniente general Morelos</i>, Cuautla, 23 marzo 1812, doc. 10, p. 173.</span></span></div></div><div id="ftn4" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[4]</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;"> <span style="text-transform: uppercase;">González</span>, Luis. <i style="mso-bidi-font-style: normal;">El Congreso de Anáhuac 1813</i>, Cámara de Senadores, México, 1963, p. 14.</span></span></div></div><div id="ftn5" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[5]</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;"><span style="text-transform: uppercase;"> De la Torre Villar, </span>Ernesto, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La Constitución de Apatzingán y los creadores del Estado Mexicano</i>, UNAM, México, 1978, p. 300.</span></span></div></div><div id="ftn6" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[6]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"> </span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Aun si hay quien esgrime que dicho Tribunal no tuvo realmente existencia formal y por tanto no fue vigente, podemos observar una vida judicial nutrida que le dio existencia substancial, cuestión que demuestran los diferentes documentos que en torno a su creación se redactaron. Esta vida constitucional real fue válida desde el momento en que una controversia fue dirimida y la sentencia aceptada. Ver </span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";">MARTÍNEZ PEÑALOZA, María Teresa, <i>Morelos y el Poder Judicial de la Insurgencia Mexicana</i>, Tercera Edición, Supremo Tribunal de Justicia del Estado de Michoacán, Morelia, 2000<i style="mso-bidi-font-style: normal;">. </i></span></span></div></div><div id="ftn7" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[7]</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;"> Archivo Histórico del Instituto Nacional de Antropología e Historia, Colección Bustamante, vol. 12, exp. 22, f. 41</span></span></div></div><div id="ftn8" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[8]</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;"> <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Cfr</i>. PIEPER, Joseph, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Las virtudes fundamentales</i>, sexta edición, Rialp, Madrid, 1998,<span style="mso-spacerun: yes;"> </span>p. 191.</span></span></div></div><div id="ftn9" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="border-bottom: medium none; border-left: medium none; border-right: medium none; border-top: medium none; margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[9]</span></span></span></span></span><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="font-size: x-small;"> Para el concepto de Nación una referencia imprescindible sigue siendo GARCÍA MORENTE, Manuel, <i style="mso-bidi-font-style: normal;">La idea de hispanidad</i>, Homo legens, España, 2008; quien sintetiza las reflexiones de Ortega y Gasset y de Ernesto Renan al respecto.</span></span></div></div><div id="ftn10" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[10]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"> MAGÓN FLORES, Ricardo, “Vamos hacia la vida” y “Tierra” en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Antología</i>, cuarta edición, UNAM, 1993, pp. 6-14.</span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;"></span></span></div></div><div id="ftn11" style="mso-element: footnote;"><div class="MsoFootnoteText" style="margin: 0cm 0cm 0pt; text-align: justify;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"><span style="mso-special-character: footnote;"><span class="MsoFootnoteReference"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif"; font-size: 10pt; mso-ansi-language: ES; mso-bidi-language: AR-SA; mso-fareast-font-family: "Times New Roman"; mso-fareast-language: ES;">[11]</span></span></span></span></span><span style="font-size: x-small;"><span lang="ES" style="font-family: "Arial", "sans-serif";"> </span><span style="font-family: "Arial", "sans-serif"; mso-ansi-language: ES-MX;">Tesis aislada s/n, Quinta época, Segunda Sala, Semanario Judicial de la Federación, XLV, p. 5453, no. IUS 335,438. Véase también ADAME GODARD, Jorge, “La defensa posesoria del concesionario de bienes públicos” en <i style="mso-bidi-font-style: normal;">Derecho civil y romano. Culturas y Sistemas jurídicos contemporáneos</i>, UNAM, México, 2006, pp. 451 y ss.</span></span></div></div></div></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-4920117597559621546.post-350360765140135192010-09-10T09:14:00.000-07:002010-09-10T11:09:24.914-07:00La argumentación jurídica y el sentido común<div style="text-align: justify;"><br />
</div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNQ5JLDWqHYGwdxOor2dFQZPgFPOU5c_JraccS8uymjiiYLH7DcdHdmPyrU_UhJz2eBknNuALuE7wz-SL_EMQWL3TiFOnAM40NC848-wEH221Phx0JacEBlTd0L1wHlQX5xtLldoyzJVOH/s1600/Ah%C3%AD+est%C3%A1+ell+detalle.jpg" imageanchor="1" style="margin-left: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" ox="true" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhNQ5JLDWqHYGwdxOor2dFQZPgFPOU5c_JraccS8uymjiiYLH7DcdHdmPyrU_UhJz2eBknNuALuE7wz-SL_EMQWL3TiFOnAM40NC848-wEH221Phx0JacEBlTd0L1wHlQX5xtLldoyzJVOH/s320/Ah%C3%AD+est%C3%A1+ell+detalle.jpg" /></a></div><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><br />
</div><div style="text-align: justify;"><a href="http://cinemexicano.mty.itesm.mx/peliculas/detalle.html">Ahí está el detalle</a> (1940), de Juan Bustillo Oro, tal vez sea la comedia más emblemática de nuestra cinematografía mexicana, considerada dentro de las 10 mejores películas mexicanas de todos los tiempos, un filme muy apreciado en Iberoamérica y que dio a Mario Moreno Reyes “Cantinflas” una fama mundial. Inscrita en la época de oro del cine mexicano esta película desarrolla varios temas jurídicos, más allá de algunos lugares comunes, como aquella escena en donde la prensa judicial devela sus prejuicios a través de un grupo de reporteros que sentencian a Cantinflas antes de iniciar el juicio:</div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya viste que cara tiene</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Ya lo creo</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- En mi carrera de periodista nunca he visto uno igual</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Es el típico criminal lombrosiano</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- El criminal nato</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Y hay que ver que cinismo</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- Verdaderamente merece el paredón</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">O también aquella escena en la que le piden a Cantinflas que ponga sus huellas digitales durante el matrimonio civil “porque hay tantos que burlan la ley en estas cosas.” (<a href="http://youtu.be/ZaGzObFLc_s">ver</a>)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Pero obviamente la parte más celebrada de la película es el juicio, en el que Cantinflas y Bustillo Oro muestran sus genialidades, hasta ese momento la comedia mexicana era muy pobre porque debía hacerse dentro del contexto de un cine silente bajo la sombra de grandes figuras del cine norteamericano, pues “la comicidad mexicana estaba en la carpa, en donde los cómicos hacían gala de gran ingenio y agudeza verbal.” Y justo aquí nos conectamos con el tema, la argumentación propia de un proceso judicial, pocos saben que para la elaboración del guión, Bustillo Oro, emprendió una investigación concienzuda inspirándose en hechos reales sucedidos en el caso criminal “Álvaro Chapa” de 1925 y a partir de las peculiares declaraciones del inculpado. </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Es muy evidente que en Ahí está el detalle se da una dialéctica propia del proceso judicial, donde los hechos son distorsionados, el espectador ríe de la confusión que se origina en los elementos de valoración, pero en el fondo asistimos a una tragedia, aquella propia del proceso judicial, una cosa son los hechos y otra distinta la verdad procesal. Tanto el fiscal como el defensor inventan historias paralelas a lo que realmente sucedió, en aras de satisfacer su argumentación jurídica se olvidan del más elemental sentido común representado de forma irónica e incluso dramática por el acusado, quien en términos llanos y chuscos trata de justificar una conducta que a él no le parece tan grave como para un juicio de tal magnitud. Se generan dos discursos paralelos que el espectador va percibiendo, el primero ajustado a la técnica jurídica, el segundo al sentido común, esta comedia que podría ser calificada en algunos puntos como humor negro, tiene un drama detrás, todo el esfuerzo intelectual, económico y humano que comporta la justicia del que a veces se podría prescindir, simplemente si se apelara al sentido común, si se vieran las cosas menos formalmente y más contextualizadas en su sentido humano y social. Cuestión que llamaba Rawls la justicia del sentido común.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">El problema incluso podría ser definido dentro de lo que Hart llamaba “palabras con textura abierta” toda la confusión gira en torno a la idea de perro, que podría ser tan sencilla, pero que en el contexto lleva a suponer que el acusado es un hombre despiadado que “trata como animal a su víctima”. De ahí la importancia del lenguaje que puede ser la causa de una decisión justa o injusta. Al parecer el sentido común era uno de los elementos de la argumentación clásica, Faustino Martínez refiriéndose a los dos métodos propios de la jurisprudencia nos dice “El antiguo es una herencia del clasicismo grecorromano trasmitido desde Cicerón y se basa en el sentido común que se intercambia con lo verosímil, operando por medio de silogismos. En cambio, el método nuevo (que es denominado cartesianismo) es un método esencialmente crítico que toma como punto de arranque una primera verdad indubitable, cuyo desarrollo se efectúa por medio de criterios geométricos y con largas deducciones en cadena. Sus ventajas son claras (la agudeza, la precisión), pero presenta inconvenientes como la pobreza de su lenguaje o la inmadurez del juicio dado.” </div><div style="text-align: justify;"></div><div style="text-align: justify;">Diversas tesis de jurisprudencia destacan desde la 5ª época que “los dictados del sentido común o de la lógica natural” sirven para dar mayor certeza a ciertas prácticas jurídicas y procesales, de este modo en notificaciones, acreditación de documentos, valoración de pruebas, etc por sentido común se da por hecho que estos momentos son válidos jurídicamente, para muestra un botón:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">La tesis con el rubro: “Reglas de la lógica y la experiencia. La falta de definición legal para efecto de la valoración de pruebas en la decisión judicial, no infringe la garantía de seguridad jurídica contenida en los artículos 14 y 16 constitucionales” En este amparo directo número 553/2008, del Tercer Tribunal Colegiado en materia civil del Primer Circuito, se desprende la tesis aislada con registro ius168056, en la que se dice que: </div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><blockquote><div style="text-align: justify;">El artículo 402 del Código de Procedimientos Civiles del Distrito Federal precisa que los medios de prueba aportados y admitidos, serán valorados en su conjunto por el juzgador, atendiendo a las reglas de la lógica y de la experiencia, y no define el contenido de los principios de esa ciencia, ni de la de la experiencia; pero no se trata de una laguna legal que propicie la inseguridad jurídica en contravención a la garantía de seguridad jurídica consagrada por los artículos 14 y 16 constitucionales. En el precepto de que se trata, se regula como sistema de valoración el arbitrio judicial pero no es absoluto, sino restringido por determinadas reglas basadas en los principios de la lógica y la experiencia de los cuales no debe apartarse (…) la lógica es una disciplina del saber o ciencia que tiene reglas o principios que son parte de la cultura general de la humanidad y que se presume está al alcance de una formación profesional como la del juzgador (…) la experiencia, es también un conocimiento que atañe tanto al individuo como al grupo social, que acumula conocimientos ordinarios del quehacer cotidiano en las actividades genéricas del ser humano mediante la observación de los fenómenos sociales, culturales, políticos y de la naturaleza, lo que debe corresponder a un sentido común que es inherente a cualquier otro humano; de modo que no hay imprecisión ni incertidumbre jurídica en el precepto impugnado, ya que dispone la forma en que el Juez deberá valorar pruebas con certeza jurídica.</div></blockquote><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">Bibliografía:</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- HART, H.L.A., <em>The concept the law</em>, Oxford Clarendon Press, 1961 (<em>El concepto de derecho,</em> traducción al Castellano de Genaro Carrió, Abeledo Perrot, Buenos Aires, 1963)</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- NIETO GARCÍA, A. <em>El arbitrio judicial</em>, Ariel, Madrid, Barcelona, 2000.</div><div style="text-align: justify;"><br />
</div><div style="text-align: justify;">- RAWLS, J., <em>Theory of Justice</em>, Harvard University Press, 1971 (<em>Teoría de la Justicia</em>, traducción publicada en el Fondo de Cultura Económica de México en 1975). En especial el Capítulo 8: El sentido de la justicia (secciones 69-77)<br />
<br />
Ver la película completa en <a href="http://www.youtube.com/watch?v=6jXdjmD84ss&feature=PlayList&p=9AA55F3E9E22B1BB&index=0&playnext=1">YOU TUBE</a></div>JRNHhttp://www.blogger.com/profile/04760858139948201601noreply@blogger.com0